Hay muchos hogares que se mantienen con ingresos que varían de
mes a mes. Alguno es independiente y sus ingresos dependen de sus ventas, otros
tienen una pequeña empresa y se pueden confundir creyendo que los ingresos de ellason
los de su hogar.
Los meses de buenos ingresos nos dejamos llevar y gastamos de
acuerdo a lo que hay en la cuenta. Varios meses de buenos ingresos nos hacen
acostumbrarnos a la bonanza y el peligro comienza a acechar las finanzas de la
familia.
Aumentamos gastos fijos: Consumimos más energía, cambiamos a
los hijos de colegio, compramos autos más costosos con mantenimiento más caro,
compramos alguna propiedad para los fines de semana, hacemos viajes, etc.
Los momentos buenos pueden durar, pero las previsiones son muy
importantes. Acostumbrarnos hacia arriba es fácil, reducir el gasto fijo es
luego más complicado. Por lo general,cuando merman los ingresos extraordinarios
comenzamos a utilizar el dinero de otros, iniciando por el más rápido, el que
consideramos más fácil, la tarjeta de crédito. A su vez es uno de los más
caros. Llenamos las tarjetas con la esperanza de que el próximo mes volverán
los ingresos que ya consideramos normales.
Llega el momento de pagar y el dinero no está, pagamos el
mínimo y comienza una historia por muchos conocida. La esperanza de mejores
meses no cesa y rápidamente necesitamos nuevas fuentes de financiamiento. No
buscamos ayuda profesional porque sabemos que la recomendación será reducir
gastos... Por un lado, pensamos que la situación mejorará y no será necesario,
y por el otro, no queremos reducir nuestro ahora aparente nivel de vida.
La situación de una empresa pequeña que se maneja con la
disposición del dinero que hay en caja es muy parecida. Se suele confundir los
ingresos con las ganancias y el día a día puede desbalancear las finanzas. Con
un descuido, el flujo de caja se agota y no habrá dinero para invertir en el
movimiento del negocio, que es lo que realmente genera las entradas.
En mis asesorías recomiendo tener siempre un presupuesto,
tanto empresarial como personal. Hay meses mejores y otros no tan buenos; no
podemos vivir dependientes de esos cambios. La mejor forma como persona o
familia es ponerse un sueldo y gastar de acuerdo a su presupuesto o entradas de
ese sueldo.
Efectivo y eficiente es tener cuentas separadas:Una será la de
los ingresos variables, y de ahí se alimentará una o dos
veces al mes una cuenta con un monto fijo; la otra es la de los gastos
corrientes.
No importa si en la cuenta de ingresos hay mucho dinero, esa
es una reserva para los momentos de vacas flacas, como explico en mi libro Arco Iris Financiero. Si al cabo de
varios meses, mínimo seis, está sobrando mucho dinero mensualmente, se puede
hacer un aumento de salario. Debemos tener mucho cuidado, el aumento no tiene
que ser grande, sólo adecuado a lo que está ingresando más.
Por el otro lado, ya tiene un ahorro, no lo desperdicie,
aproveche y conviértalo en una gallina, o sea, una inversión que comience a
ponerle dinero en su bolsillo. Y como las cosas andan tan bien, convierta ese
ingreso extra en más dinero, poniendo esos huevos a sacar pollitos. Quizá necesitará
pronto un inicial para una vivienda... es una formidable forma de obtenerlo.
FRASE DE LA SEMANA
"Ajustar mi gasto
a lo que recibo me lleva a vivir a veces mejor y a veces peor."
Diego A. Sosa
Consultor, Escritor,
Coach y Conferencista
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