lunes, 2 de junio de 2008

PARA RESOLVER CONFLICTOS

“Un Camino de Espinas se Transita con Pie de Plomo, así se Convierten en Estrellas”

Esta frase se la debo a una amiga, Melania Montilla. Ella me inspiró a escribir sobre las formas de uno enfrentar un problema o un camino difícil, con creatividad y paciencia.
La creatividad no es un don ni una dádiva divina. En realidad es algo que los humanos desarrollamos a partir de necesidades específicas, las que se nos presentan o que buscamos que se nos presenten. Hoy en día vivimos un nuevo paradigma; “En un mundo tan cambiante, antes que nada es preciso ser creativo”.
Cuando nos encontramos ante situaciones difíciles, o sea, ante caminos de espinas, tenemos varias opciones:
Lo evitamos; esto nos dejará en el lugar que estamos, dejando sin cumplir nuestras necesidades u objetivos, no consiguiendo los resultados que necesitamos traer después de terminado el día, y a nuestro camino también lo dejaremos en la misma circunstancia que estaba. Lo que quiere decir que habrá un conflicto y ninguna de las partes logrará su objetivo. Situación que no nos lleva a ningún lugar, ni ayuda a nadie.
Concedemos; ayudando a cumplir los objetivos de quien nos ha puesto el camino difícil, haciendo que él cumpla sus objetivos, pero abandonando los nuestros. En otras palabras, le ayudamos a colocar las espinas en el camino, él consigue lo que quiere con nuestra ayuda.
Competimos; buscando lograr nuestros objetivos sin poner reparo en los objetivos de los demás. Nos convertimos en luchadores, y posiblemente seamos reconocidos por nuestros logros. Sin embargo, seremos odiados por los oponentes y los colaboradores. Nunca tendremos un equipo, y aunque logremos lo que queremos, nunca conseguiremos más de lo que nos proponemos, además de que para llegar a ese lugar propuesto, el trabajo será, por tener que recorrer el camino solos y con todos en contra (el camino está lleno de espinas que tendremos que aplastar).
Cooperamos; logrando que la otra persona ceda a sus objetivos y también nosotros cediendo a los nuestros... posiblemente nos encontremos en medio del camino de las espinas. Esto me recuerda la historia del rey Salomón cuando llegan las dos madres con un niño, cada una reclamaba que era de ella, él le dice, problema resuelto, lo cortamos por la mitad y cada una se lleva medio niño. De ahí nace la famosa decisión salomónica que muchos usan como la mejor solución. Como podemos ver en principio sonaba bien, pero la realidad es que si cada uno pierde aunque sea una parte, la opción no es la ideal.
Convertimos las espinas en estrellas; a esto le podemos llamar colaborar, o crear. Es una forma de buscar juntos un camino alternativo, para que las estrellas salgan de esas espinas que vemos, que son tan temidas, pero que con la creatividad podemos transformar. El colaborar no requiere ceder, sino de encontrar cuales son los objetivos del otro y exponer cuales son los nuestros, de esa forma podemos buscar un camino que nos llevará a conseguir el objetivo final de los dos, evitando las espinas que en un principio vemos en frente nuestro. Al colaborar, unimos fuerzas y cada uno de los objetivos se acercan más a nosotros, dejamos de colocar energías en contrarrestar la fuerza del otro y lo ayudamos a lograr su objetivo... así que las fuerzas se unen y se llega a la meta más rápido y descansado. “La unión hace la fuerza”.
No tenemos que ser genios, ni tener un don para poder lograr lo que queremos cuando otro está interesado en alguna otra cosa... lo importante es comunicarse y utilizar la creatividad, para entonces con ese pie de plomo, poder convertir las espinas en estrellas.