lunes, 15 de octubre de 2012

NO PUEDO AGRADARLE A TODOS

En mi tierra se dice: “No soy medallita de oro”. La inteligencia interpersonal (uno de los dos componentes de la inteligencia emocional) nos incita a relacionarnos con los demás, llevar un buen trato y ser lo más sociable posible... mientras más, más inteligentes interpersonalmente seremos.

Hay personas que se llevan mal con la mayoría de los habitantes que les rodean... por lo menos, no le caen bien. Casi siempre son ellos los primeros en hablar mal de los demás y pensar que el mundo está equivocado... no me referiré hoy a esas personas; quiero tratar el caso de los que se preocupan porque hay alguien que los rechaza.

¿Podemos agradarles a todos? No. Acabo de mencionar personas en el párrafo anterior que no les agradaremos... Sí, esos, los problemáticos. Sin embargo, las personas más sociables se llegan a preocupar por no ser aceptadas por estos seres “problemáticos”, o por una que otra persona.

Yo quisiera llevarme de maravilla con todos. Lo intento y casi siempre me da resultados favorables. No quiere decir que cambiaré mi forma de pensar para agradar a otro. Quizá pueda no expresar mi punto de vista para no llevarle la contraria. ¿Cambiarlo por agradar a alguien? Jamás.

Cada persona en nuestro entorno quiere algo diferente de nosotros. Cada una pretende que seamos de una manera, ya sea por conveniencia para ellos o por pensar que es lo mejor para nosotros. Yo pienso que el que me quiere, debe informarme de cosas que piensa que puedo cambiar; pero si me quiere de verdad, me dejará tomar la decisión a mí... y me querrá a pesar de no ser como considera que debo, y no porque soy como pretende que sea.

¿Y nosotros qué? También criticamos, en la mayoría de los casos, con otras personas. Claro, la excusa es que no se lo podemos decir al afectado porque se sentiría mal. Me imagino lo que hablan de mí por detrás... Por no hacerme sentir mal, no me lo dicen en mi cara. Si es tan bueno lo que tenemos que sugerirle a los demás, ¿no sería mejor aprender a decirlo para que salieran beneficiados?

Criticamos más de lo que aconsejamos. Somos más nocivos con nuestros comentarios a espaldas, que lo que pudiéramos ser de positivos exponiéndole a la persona una oportunidad de mejora. Aceptar y ayudar es una buena clave para una vida emocional equilibrada.

Sé que muchas personas me rechazan y repudian mis métodos, algunos hasta me han escrito. Yo hago muchas cosas de manera poco convencional y eso encuentra resistencia. Si no le hago daño a nadie, no intento cambiarlas sólo por agradarle a alguien... por más importante que sea en mi vida. La complacencia no da los mejores resultados. Hacer las cosas de otra manera nos llevará a errores, pero nunca a los mismos que comenten los que siempre hacen las cosas de la misma forma.

¿Sabe lo mejor? Lo que le agrada a un grupo, le desagrada a otro... y hay otro grupo, el grupo que queremos agradarles: para ellos, no importa lo que hagamos, como quiera encontrarán algo que les desagrade.


Más sobre este tema en mi libro:

– Mi Binomio


FRASE DE LA SEMANA

“Puedo influir en que alguien me acepte; pero aceptar a los demás a pesar de cómo son, es mi reto.”
Diego A. Sosa
Consultor, Coach, Escritor y Conferencista dominicano