lunes, 14 de junio de 2010

¿LA TRISTEZA NO TIENE FIN?


Escuchando esa magnifica canción brasileña de Antonio Carlos Jobim y Vinicius de Moraes, titulada “A Felicidade”, me doy cuenta que muchas personas están programadas para la infelicidad. Esta canción nos da soluciones para mantener la felicidad por más tiempo, no están muy a la vista, pero están.
La cuestión es que la letra dice “Tristeza no tiene fin, felicidad sí”. Esta es una creencia y se nos mete en la programación de nuestro cerebro y la alimentamos con cada desaliento, con cada fracaso... con cada acción negativa.
¿Por qué la felicidad tiene fin y la tristeza no? No creo que sea así, pienso que las dos tienen inicio y final, lo que nos pasa muchas veces es que recordamos la tristeza en los momentos tristes y la felicidad casi nunca. Cuando estamos felices no analizamos, sólo vivimos el momento, no pensamos en otros momentos felices. Pero si estamos tristes traemos a nuestra mente todos los momentos tristes que logramos recordar. Construimos una cadena de eventos desafortunados y saltamos los tiempos felices, haciendo que nuestra vida se vea como una sola tristeza de inicio y sin fin.
Dice la canción: “La felicidad del pobre parece la gran ilusión del carnaval. La gente trabaja el año entero por un momento de sueño, para lograr la fantasía... y todo acaba el miércoles” (de cenizas). Y es por lo general así, pasamos más tiempo sufriendo por conseguir algo, que disfrutando del instante que lo tenemos. Es que la felicidad no es un fin, es un camino. Si tengo que hacer algo para lograr lo que quiero, entonces lo que hago no debe causar tristeza ni sufrimiento.
“La felicidad es como una pluma, que el viento va llevando por el aire. Vuela tan leve, mas tiene la vida breve, precisa de viento sin parar.” Aquí está la solución... Pero cuidado, si su mentalidad es que el viento es que va llevando la pluma que representa la felicidad, entonces sólo será feliz cuando al viento le dé el deseo de soplar, o sea, estamos a expensas del antojadizo viento. Dice que necesita viento sin parar, entonces llegó la hora de no dejarle nuestra felicidad al destino... vamos a conseguir viento que no pare. O llevamos la pluma a un lugar que siempre el viento esté soplando (casi imposible que suceda, pero muy parecido a la realidad por las altas y bajas) o construimos un gran ventilador para que el viento no pare nunca. Pero en las dos propuestas que le hago estamos poniendo nosotros la piedra angular para que la pluma se mantenga volando. O sea, estamos construyendo nuestro destino.
Otra cosa... los momentos buenos son para disfrutarlos, no para hundirnos en una depresión al recordarlos, ni para estar esperando que terminen o para usarlos como arma de negociación. Sí, muchas veces le sacamos en cara al otro los momentos buenos que le brindamos, como si fuera algo que damos a cambio. Si está pensando que le da momentos buenos a los demás para luego cobrarlos... no los está disfrutando, simplemente está dejando que pasen por su vida sin usted vivirlos.
“Mi felicidad está soñando en los ojos de mi enamorada, es como la noche, pasando, pasando, en busca de la madrugada. Hable bajo por favor, para que ella despierte alegre como el día, ofreciendo besos de amor”.

Hasta la próxima entrega.



FRASE DE LA SEMANA

“Que mi felicidad se mantenga en mí, depende principalmente de mí”.
Diego Sosa
Escritor, Coach y Conferencista



Puede ver la letra y escuchar la canción en:
http://letras.terra.com.br/tom-jobim/53/

O puede escuchar a Gal Costa http://www.youtube.com/watch?v=YNKLB2IbLh4