lunes, 28 de noviembre de 2011

AGRADECER LOS REGALOS

“No te hubieras puesto a eso”. No termino de entender la mentalidad de los humanos. Queremos agradar a alguien y la respuesta es una negativa. La persona nos dice con su expresión que se siente mal porque tratamos de hacerlo sentir bien. ¿O es hipocresía o falsa modestia?

“No era necesario”: Claro que no lo era, pero de todas formas lo quise hacer... agradécemelo. Simplemente quiero verte la cara de felicidad cuando lo recibes... no de congoja.

¿Será que pensamos que regalarle a alguien significa un sacrificio? Así cuando recibimos el regalo pensamos que la persona se está sacrificando y no estamos de acuerdo en ser la causa de un dolor. Pienso que esa puede ser otra de las razones.

Claro, los hombres y las mujeres no somos idénticos. Para las damas regalar está en su programación general. Para los hombres está en nuestro software de marketing y en el de obligaciones. Algunos aprenden a agradar a cada paso sin tener que pensar mucho. Para otros nos es más difícil recordar aquellas fechas importantes, como aniversarios, cumpleaños, primer beso...

Aclarado ese punto de diferencia de géneros, prosigo con la problemática de la aceptación de regalos.

Un regalo puede ser un favor. Queremos algún servicio, pero ese amigo no nos quiere cobrar... eso también es un regalo. Nos sentimos mal porque no nos cobran, nos sentimos mal cobrando. ¿Dónde está el equilibrio? Si somos los que prestamos el servicio, no aceptamos paga, pero nos ofendemos si es al contrario.

Por mi parte, trato de tener medidas para los servicios que cobro y los que no cobro. A las personas que cobro y a las que no les cobro. Para mí es complicado, soy asesor y mis consejos son parte de mi servicio. Para un médico en una reunión de amigos la salida sería, pasa por el consultorio, allá tengo los instrumentos para poderte dar un diagnóstico preciso.

Me pasa constantemente que personas a las que le he dado consejos no me quieren cobrar por algún servicio que me presten... ¿Debo pelearles y hacerlos sentir mal? Tomo la opción de hacerlos sentir bien al aceptar y agradecer su regalo. Otros me prestan servicios y por una vieja amistad o familiaridad no me quieren cobrar. ¿Tengo algo que le pueda dar a cambio? ¿O simplemente debo esperar feliz el momento de la revancha?

Hay regalos que no solicitan nada a cambio, sólo quieren ver una sonrisa en nuestras caras. Hay detalles que nos quieren llevar a una emoción positiva, que no terminen siendo un desagrado. La respuesta debería ser una gran sonrisa en nuestro corazón. Es que el regalo vino de corazón y si no fue así, se convertirá en eso al ver nuestra alegría. Por eso pienso que los regalos no deben ser por fechas comerciales ni por obligaciones de calendario. Cubrir una necesidad es más importante que un día del almanaque. La necesidad puede ser material, o simplemente la creación de una emoción positiva en la persona que apreciamos. Un regalo no es solamente algo tangible, un regalo puede darse a cada amanecer, en cada respirar, en cada contacto o pensamiento. Un simple “te quiero” suele ser un gran regalo.


Más sobre este tema en mis libros:

– Mi Binomio
–Tú Eres la estrella
–¡Alcanza la Cumbre!

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FRASE DE LA SEMANA
“Una sonrisa provocada por un presente vale más para el que la estimula que para el que la emite.”
Diego A. Sosa
Consultor, Coach, Escritor y Conferencista dominicano