lunes, 9 de septiembre de 2013

SI NO TENGO TIEMPO TENGO MUY POCO

Una enfermedad del momento y aparentemente muy contagiosa... pasó a ser una pandemia porque escucho hablar de ella en todos los continentes... le llaman "la falta de tiempo". Una gran parte de la población navega con la corriente y al aumentar las personas dentro del río el caudal se agranda y ya comienza a desbordar. Algunos se van quedando en el camino y pocos tratan de construir un barco que los lleve al puerto deseado. Estamos educando a nuestros hijos para que sean víctimas de ella y somos felices con eso. ¿Estamos felices con estar intoxicados por dicha enfermedad? Creo que sí porque pocos hacen lo posible por mostrarle un camino diferente a los que educan. No tener tiempo es ya casi un símbolo de estatus. Poner a los hijos a desarrollar diferentes tipos de inteligencias es una de las grandes causas de una sociedad que vive en la prisa, recibe temprano los problemas cardíacos y se ve envuelto en la moda del Burnout. Es que nuestros hijos hacen deporte, van a clases de arte (música, canto, piano, ballet, pintura...), estudian idiomas, la escuela tiene horario extendido, toman refuerzos de clases en las tardes, hacen tareas y mucho más. Al querer que tengan todas las inteligencias desarrolladas al mismo tiempo los preparamos para que sean unos "No tengo tiempo". ¿Los estamos preparando para ser felices en la vida? ¿O sólo los preparamos para una vida que para nosotros mismos no es vida? Hay una queja común para casi todo lo que nos pasa: "La sociedad de hoy..." Sí, ella es mala, ella nos empuja, ella nos lleva por caminos, ella influencia, ella daña... ¿Quién es la sociedad? ¿Estamos haciendo algo para que ella sea mejor? No creo en una mala sociedad de manera generalizada. Creo que los medios de comunicación colocan lo que vende y lo que vende es lo que la gente consume. Veo como personas se concentran en buscar las malas noticias, pero no toman las buenas publicaciones para construir su vida. Veo como el destino es el norte de muchos, pero no consiguen una brújula para andar su propio camino. ¿Están todas las sociedades en lo mismo? He decidido vivir en dos países (que conste, no digo que me toca vivir... porque sería pensar que el destino me lo tenía guardado) y visitar algunos más. No puedo decir que todos están actuando de la misma forma. Los medios de comunicación y las redes sociales me dan la posibilidad de ver diferentes comportamientos y veo cómo algunos desperdician su tiempo, son los que en algún momento se quejan de la brevedad de él, y otros lo viven y terminan siendo los que sienten y hacen sentir felicidad. El tiempo es demasiado importante para no tenerlo en cuenta. No desperdiciemos ese recurso no renovable. Debemos asignar nuestro tiempo de tal forma que lo consideremos una acción para generar algo y no como una reacción por no tener opciones. Hay demasiadas formas de tener el tiempo bajo nuestro mando, nunca bajo nuestro control. Podemos decidir qué hacer con él, pero más importante es cómo hacer las cosas para que nos dé tiempo de hacer lo que realmente consideramos importante. En mi libro ¿No tienes tiempo? explico mi método completo de cómo realizar las tareas de una forma que no perdamos tiempo, aprendamos a no posponer (lo que nos quita tiempo y acaba con nuestra tranquilidad), a realizar reuniones efectivas y acabar con la reunionitis aguda, lograr llamadas telefónicas exitosas y de duración restringida, manejarnos asertivamente dentro de la era tecnológica, asignar el tiempo a lo que consideremos importante para nuestra vida, y mucho más. La idea es que si usted siente que no tiene tiempo algo debe hacer de otra manera si quiere lograr resultados diferentes. FRASE DE LA SEMANA "Vivir sin tiempo es como no tener tiempo para vivir." Diego A. Sosa Coach, Consultor, Escritor y Conferencista

REPORTE ECONÓMICO SEMANA 36 (AUDIO)


Podcast Powered By Podbean

SACAR PROVECHO A LA ESCASEZ (VIDEO)

LA MUJER: ADMINISTRADORA DE NACIMIENTO



LA MUJER: ADMINISTRADORA DE NACIMIENTO El hombre pasó millones de años saliendo a buscar la presa que serviría de sustento a la familia. La mujer se dedicaba a esconder parte de la captura para que al día siguiente no faltara comida sobre la mesa. Su actuación la llevó a un sistema de administración que permitió la evolución de la sociedad. Cuando el hombre imagina que su mujer puede tener ahorros escondidos lo considera un insulto. Nuestra programación dice que es una muestra de poca confianza en que podamos sustentar la familia. En lo más profundo de nuestro cerebro se activa una alarma generada por la desconfianza femenina: “No me cree capaz de alimentar a la familia.” La mujer fue la primera en generar ahorro, primero en bienes, luego en dinero. La latente posibilidad de que el hombre no regresara a la casa después de una cacería o una batalla la llevó a convertirse administradora por excelencia. EL macho sólo pensaba en demostrar su fortaleza trayendo día a día la comida. La mujer es capaz de tomar las riendas financieras de un hogar; donde no alcanzaba el dinero del mes se comienza a comer mejor y los ahorros llegan a la familia. La calidad de vida aumenta y todo mejora. En los países donde predominan los prejuicios de género pasamos por un momento de transición complicado. Los padres no queremos ver a nuestras hijas depender de un hombre. Las enseñanzas van desde motivarlas a ganar suficiente dinero hasta la peligrosa costumbre de mostrarles el camino del gasto sin necesidad de medida. Tomar una tarjeta de crédito en las manos y gastar sin controles es una enseñanza profunda con consecuencias duraderas. Ellas buscarán un hombre que pueda sustituir el rol de proveedor del padre eficiente y exitoso. Un inconveniente viene en que no todos nacemos con el dinero disponible para mantener una dama de costumbres derrochadoras. El padre intenta casarla con una pareja autosuficiente. ¿La edad? Parecida a la de ella. Sólo un hombre que tenga un padre que supla sus necesidades podrá a corta edad tener ingresos suficientes para mantener un hogar como ése. ¿El mayor inconveniente? Damas criadas en este sistema sustituyen su programación inicial de administradora por la nueva: gastadora. El hombre debe sustentar lujos que van en aumento y la consecuencia serán deudas tontas y malestar de pareja. La mujer administradora tiene una cuenta separada, y por lo regular, escondida de su pareja. No se confundan, la cuenta no es para gastar a escondidas, es para emergencias… su programación la obliga. Hombres, la buena noticia es que una mujer con cuenta escondida es más segura y no presiona tanto por la seguridad financiera del hogar. Si su mujer se siente insegura y presiona lo más recomendable es incentivarla a que tenga sus propios ahorros… puede estar seguro que son para una buena causa. No se preocupe, su hombría no está en juego, es una actitud normal, tiene millones de años y no es peligrosa. Preferiría que las mujeres siguieran siendo administradoras, controladoras del gasto y ahorrativas. Aunque existen las opciones de inversión hace no mucho tiempo, me encantaría que este nuevo programa se instalara en adición a los demás y tendríamos una persona capacitada completamente para hacerse cargo de las finanzas familiares. Además, en caso de separaciones habría algo a dividir y no deudas, y dos personas con capacidad para seguir viviendo sin inconvenientes de dinero. FRASE DE LA SEMANA “Gastar por separado impide ahorrar con visión unificada.” Diego A. Sosa Consultor, Escritor, Coach y Conferencista