sábado, 23 de mayo de 2015

SOY LO QUE COMPARTO




Estamos en la era digital, lo que queremos decir lo hacemos escribiendo, compartiendo escritos de otros (con o sin comentarios) y por fotos o videos, entre otras posibilidades. Veo personas que postean en un grupo: “Necesito un empleo”. Cuando veo la foto de su perfil es un joven con una botella en la mano o una dama en una postura muy provocativa.
He hecho algunos experimentos y me doy una vuelta por perfiles de desconocidos, me voy haciendo una imagen de lo que esa persona piensa, cómo piensa y con eso me imagino lo que podría esperar de ella.
Algunos que me solicitan ser agregados como contacto en mi perfil personal nunca recibirán respuesta; no emitimos en la misma frecuencia de onda, o mejor dicho, somos casi contrarios (y no me refiero a preferencias políticas, deportivas o religiosas).
Para muchos es más importante ver las publicaciones de una persona que lo que haya puesto en su hoja de vida. Un diploma puede decirnos que una persona estuvo expuesta a ciertos conocimientos, pero no lo que la persona es y por lo que se interesa.
Un ingeniero civil que busque empleo o clientes como tal, pero que en su perfil sólo se queja de la vida, de la situación, de los amigos, etc., y no tiene nada interesante con relación a su profesión, me está mostrando que no está apasionado por que lo hace o quiere hacer. Videos de construcciones interesantes, inventos y maravillas de su área serían un buen indicio de que le gusta lo que quiere hacer o estudió. ¿Qué podría esperar de una persona que estudió psicología? Claro, datos interesantes del comportamiento humano. No le pido que no coloque el resto, sino que también muestre que le gusta de su área profesional.
Por otro lado, tenemos lo que no debemos publicar. Videos y fotos subidas de tono pueden ser tomadas a mal por su empleador o cliente. Claro, si su perfil es estrictamente privado no tendrá inconvenientes… ¡pero! No tener presencia pública impedirá que sus clientes o empleadores sepan quién usted realmente es, o aparenta ser.
Otro inconveniente son los estados de ánimo que solemos informar en nuestras presentaciones públicas, con ellos podemos conseguir solidaridad de nuestros contactos y a la vez mostrar cómo manejamos nuestras emociones. Con esto llego al punto neurálgico de este escrito: Siempre digo que contratamos personas por sus aptitudes (capacitación) y las despedimos por sus actitudes (capacidades de manejar la inteligencia emocional).
Dominar las reacciones a nuestras emociones es primordial para conseguir resultados, tanto en lo personal como en lo profesional. En mis libros Migomismo I y II enseño a profundidad el manejo emocional. Reconocer las emociones que los demás a nuestro alrededor están viviendo y manejar las relaciones con ellos es primordial para el éxito de las personas y de las empresas.
Otra vertiente es la imagen personal. Cada red tiene su público. Tomemos LinkedIn como ejemplo de perfil profesional. Me interesa mucho porque supuestamente en ella nos estamos presentando como profesionales. Suelo ver en la foto que nos presenta algunos selfis, muchos de ellos muy mal tomados, algunos en lugares inapropiados, como el vehículo, o con gestos y poses nada profesionales.
¿Qué ha pasado con las fotos profesionales para hojas de vida? LinkedIn es mi hoja de vida. No debo colocar una foto jugando con mis hijos o en una fiesta con alcohol en mis manos. Mi foto no debe estar estirada por no tener el tamaño correcto, etc.

FRASE DE LA SEMANA
“Los demás me evalúan por lo que muestro de mí”.
Diego A. Sosa

Consultor, Conferencista, Coach y Escritor

lunes, 18 de mayo de 2015

MUÉSTRAME CÓMO HABLAS Y TE DIRÉ QUIÉN ERES

“Estaba esperando para estacionarme y llegó un jovencito en un Mercedes Benz y tomó sin respeto el lugar que yo estaba presto a ocupar…”. Una frase aparentemente normal me puede dar algunas pistas de cómo piensa el que la expresa. Analicemos parte por parte. Le recomiendo que la lea nuevamente con cuidado antes de leer mi análisis. Trate de ver por sí mismo lo que la persona piensa y cómo actúa en su vida.
-“Estaba esperando para estacionarme”: La persona siente que respeta el orden, espera su turno. Las personas de este estilo tienden a ser justas, por lo que odian las injusticias.
-“Llegó un jovencito”: La valoración de las personas más jóvenes para él se deja notar. Una persona que no tenga su edad no merece su respeto total. Ya sea por malas experiencias o por sentirse desplazado generacionalmente. En conclusión, un complejo de inferioridad ante personas jóvenes… más con la entonación del diminutivo.
-“En un Mercedes Benz”: ¿Qué le parece? Nombrar la marca fue importante para él. Seguro que si el vehículo hubiese sido similar al suyo no hubiera tenido la necesidad de entonar la marca. Quizá un vehículo de menor categoría también hubiera generado detalles… despectivos, claro está. Es que se sentía inferior al Mercedes Benz y, por lo general, se siente superior a los de menor categoría. Nos muestra otros complejos sociales, competencia, aceptación, etc.
-“Y tomó sin respeto mi lugar”: Una persona que le molestan las injusticias, que le quiten lo que le toca y que quizá no le arrebataría nada a quién le pertenece. Un competidor limpio. Aunque hay una línea muy fina entre el competidor limpio y el que hace todo por ganar… recomendaría escuchar un poco más y hacer algunas preguntas específicas para saber su comportamiento real. “Si usted hubiese sido el otro, cómo se hubiese comportado.” Si nos dice: “Nunca le quitaría su lugar a alguien”, ya sabremos que es como pensaba al inicio. Pero si titubea y piensa qué haría, posiblemente lo que le molestó fue perder.
Lo que decimos detrás de lo que decimos es muy importante para saber con quién estamos hablando o tratando. No es necesario analizar a todos, pero en los negocios y en nuestras relaciones interpersonales es primordial saber con quién tratamos para conseguir las mejores relaciones y cerrar las negociaciones de manera más asertiva, como enseño a profundidad en mi libro: Ventas, Oratoria y Lenguaje del Cuerpo.
Hoy podemos ser engañados con más facilidad porque la comunicación es primordialmente escrita. No podemos percibir entonaciones en sonido ni expresiones corporales. Es que un “buenos días” escrito siempre es igual, pero hablado demuestra: Estado de ánimo, rechazo, aceptación, si es el momento adecuado o no, etc. Hoy es cada vez más importante poder leer entre líneas, percibir las entonaciones que se hacen con el uso de palabras específicas.

FRASE DE LA SEMANA
“Lo que dices me muestra bastante de ti; cómo lo expresas me revela todo.”
Diego A. Sosa

Escritor, Coach, Consultor y Conferencista