sábado, 30 de noviembre de 2013

CON ESTRÉS TRAS EL DINERO



El estrés está en nuestra existencia para algo. Gracias a él hemos logrado sobrevivir millones de años. La evolución tiene que agradecerle mucho al famoso enemigo de nuestros tiempos. El estrés nos ayuda a conseguir energías, a enfrentar situaciones comunes de manera poco común, a adecuar nuestro pulso y presión arterial para la batalla. Entonces: ¿Por qué es también malo?

La evolución física va muy atrasada con respecto a la evolución social. Pasamos millones de años cazando y recolectando. En menos de doscientos años hemos alterado la vida de una manera impensable. Y sólo en treinta y pocos años la nueva era ha demostrado que tenemos que olvidar todo nuestro comportamiento emocional que nos permitió sobrevivir.
Llegó la Internet y la globalización, cayeron las fronteras y comenzamos a conocer otras sociedades, a ser enfrentados a sus formas de vivir. Queremos tener lo que ellos tienen y la velocidad para conseguirlo es lo importante. Se crean nuevas necesidades y se generan formas alternativas para lograr lo que buscamos.
Muchas sociedades quieren copiar lo que ven, necesitan mostrar pertenencias y nivel de vida. El dinero nos ayuda a enseñar que no estamos detrás de nadie, por el contrario, estamos delante en la moda y gustos. Todo se logra con dinero. Si no lo hemos ganado, hay que tomar el de otros. Si gastamos el dinero ajeno debemos pagar intereses. Y ya sabemos cómo sigue el jueguito.
El estrés llega y nos sentimos bien. A toda máquina a conseguir dinero... sin estrés es difícil que nos pongamos en movimiento. Mejor educación para los hijos; podemos conseguir mejores servicios; los bienes materiales serán de mayor calidad; etc. Se necesita dinero.
El problema es que puede todo convertirse en una rueda sin final. Comenzamos a darle vueltas y no salimos de ella. El estrés positivo, el que desconstruía el cazador cuando llegaba a su casa, hoy se queda circulando en nuestro sistema. Al llegar a la casa nos esperan más problemas o nuevas actividades. Nos acostamos y antes vemos películas de acción. Discutimos los problemas antes de dormirnos. Nos pasamos la noche soñando con problemas. Todo eso hace que el estrés se mantenga y no se recojan los químicos que se han regado en el cuerpo para estar atentos y activos.
El estrés saca energías de las proteínas, pero si es todo el tiempo, nos afecta el metabolismo; sube la presión arterial y aumenta el pulso cardíaco, para la batalla es bueno, pero si es constante termina deteriorando nuestro sistema circulatorio; restringe la digestión para dejarnos luchar, pero no podemos vivir con un aparato digestivo funcionando restringidamente; nos prepara para no reproducir bajando el libido, un efecto que probablemente nadie quiere tener todo el tiempo; descuida el sistema inmunológico para concentrarse en las funciones vitales de corto plazo, pero a largo plazo nos hace que no estemos protegiéndonos de infecciones y puede llevarnos hasta sufrir de cáncer.
En mi libro Migomismo - Su Inteligencia Emocional Interna explico cómo desconstruir el estrés. Lo malo no es el estrés es sí, sino construirlo para estar todo el tiempo bajo su efecto. Necesitamos estrés para ser mejores, para salir a buscar nuestros objetivos, para lograr lo que queremos llenos de energías... lo malo crear adicción al estrés.




FRASE DE LA SEMANA
"La falta de control sobre las situaciones provoca estrés perenne, eso sí es malo."
Diego A. Sosa
Coach, Consultor, Conferencista y Escritor



lunes, 25 de noviembre de 2013

¿CÓMO SACARLE PROVECHO AL MIEDO!


El miedo es una emoción que, como todas las demás, nos avisa algo. Cuando el miedo nos invade se ponen en alerta muchas neuronas de nuestro cerebro y estamos atentos a peligros que pensamos nos pueden afectar.
El miedo nos prepara para evitar cualquier peligro que nos pueda llevar a un sufrimiento. Por ejemplo: Cambios en nuestra vida pueden representar un peligro para nuestro cerebro. Así como un animal que resulte una amenaza para nuestra salud.
El miedo en el pasado nos alertaba con anticipación, razón por la que nuestros antepasados lograron mantener la especie. Los animales siguen teniendo ese comportamiento; a muchos los amaestramos y pierden el miedo a los humanos y a muchas situaciones porque ya las reconocen como algo normal y saben que no representa peligro.
En experimentos recientes se ha demostrado cómo nos pueden predisponer a algunas situaciones de miedo. En una de estas investigaciones se dispuso a los voluntarios a escuchar sonidos, posterior a uno específico, llegaba un ruido estrepitoso. Después de un tiempo quitaron el ruido que asustaba, pero inmediatamente escuchaban el sonido que antecedía al que provocaba el susto, la sudoración en los voluntarios aumentaba.
La alerta nos sirve para estar preparados. Lo malo es que muchas personas no le sacan provecho a esa importante señal. Si sentimos miedo lo que podemos hacer es localizar lo que sentimos no tener bajo nuestro control. Si lo hacemos aumentamos nuestro coeficiente de inteligencia emocional o EQ.
En situaciones fáciles lo hacemos; si sabemos que vendrá un gran ruido, el miedo debe llevarnos a taparnos los oídos y achinamos los ojos. Pero, ¿qué pasa si es un cambio de jefe lo que se avecina? Deberíamos buscar informaciones sobre el estilo del nuevo jefe. Desde que llegue, preguntarle qué espera de nuestro trabajo. Ser proactivo, esa es la solución. No podemos hacer que el anterior jefe regrese, quizá ni podamos influir en cuál jefe elegirán. Lo único que podemos hacer es pensar en el futuro y adaptarnos. La otra opción es marcharnos, y seguro que tendremos un nuevo jefe en otro lugar.
En mi libro "Migomismo - Su Inteligencia Emocional Interna", trato todo con respecto a las diferentes emociones, qué hacer con ellas para que no se quede en una reacción, sino que aprendamos a sacarle provecho a cada una cuando surgen, logrando acciones que nos lleven a tener el control de la situación, o a sentir que podemos accionar cuando sea necesario. El objetivo es subir nuestro EQ para disfrutar cada día de una mayor calidad de vida.
El miedo es un aviso, si reconocemos la razón que lo causa podremos atacarla. Una vez hagamos desaparecer la razón, tendremos la situación bajo control y el miedo nos habrá servido para mejorar nuestra vida.

FRASE DE LA SEMANA
"Tener miedo es normal, escondernos es una reacción, atacar lo que nos provoca el miedo es lo que llamo sacarle provecho."
Diego A. Sosa

Coach, Escritor, Consultor y Conferencista