sábado, 20 de septiembre de 2014

¿VIENEN TIEMPOS MEJORES?



Yo estoy plenamente convencido de que sí. Pero tengo que ser sincero, para mí siempre han ido mejorando los tiempos... nunca le he creído a los que en diciembre presagian un siguiente año duro, difícil, roca... He tenido épocas mejores que otras, pero no por la añada o por las predicciones de Nostradamus.
Hay personas pesimistas por naturaleza, otras se contagian y otras le sacan provecho a sus presagios: Los medios de comunicación no son vistos si las noticias sólo son buenas; los políticos de oposición no pueden alabar al gobierno; y al que gobierna no se le cree porque claro que un buen pronóstico es lo único que puede vociferar.
Yo trato de no dejarme influenciar. Algunas señales de tormenta me ayudan a saber que pueden venir vientos fuertes. La pregunta que me hago es: ¿cómo le sacaré provecho a esos vientos? No: ¿dónde me refugiaré? Si me llevara de esconderme ya hubiese muerto de inanición en el mejor de los resguardos.
Prepararnos para un mal tiempo es lo único que nos hará conseguir un tiempo mejor. No pretendamos que sea bueno para todos; el bienestar es una cuestión individual, es responsabilidad de cada uno y de nadie más. Claro que podemos perder el trabajo, pero no podemos quedarnos llorando hasta gastar las reservas... debemos hacer un plan y salir a crear nuestro próximo presente, que es el futuro de hoy. En mi libro "¡Alcanza la Cumbre!" enseño cómo hacer un plan para alcanzar el éxito. Lo que recomiendo es no quedarnos esperando que llegue a nosotros. Es un relato de cómo logré alcanzar la cumbre del Pico más alto de la República Dominicana, el Duarte. La lectura es un paseo precioso por la Cordillera Central y un aprendizaje para hacer que siempre los tiempos sean mejores.
Muchos no saben por dónde iniciar su plan, otros lo hacen demasiado ambicioso... lo ideal es tener un plan maestro que se realizará paso a paso, como dice la preciosa y atinada canción de Pavel Núñez. No hacer nada es esperar que la suerte llegue; por lo regular, terminamos quejándonos de la mala suerte.
El último trimestre del año tocó la puerta y muchos piensan que no pueden hacer nada para arreglar este año, es la época del año con más ingresos... no la convierta en la de más egresos, mejor aprenda cómo tener el control.
Muchos se quedan esperando una fecha más próxima para planificar el próximo año, la experiencia me demuestra que los no planificadores no planificarán eficientemente el próximo año. Le recomiendo que comience hoy a planificar el trimestre que queda de este año y por lo menos medio año 2015.
Haga una lista de lo que tenía planificado para este año, revise lo que ha logrado y reviva lo que no consiguió aún. Es hora de darnos cuenta si aún es posible o si es hora de reasignarle una fecha de inicio... no de término, sino la del día que comenzaremos a caminar hacia esa meta.
Vienen mejores tiempos, están llegando, tan cercanos que no podemos esperarlos. Vamos a crear esos tiempos buenos, dejemos a los azarosos sentados en su diván y no permitamos que nos dañen nuestro ánimo, nuestras esperanzas, nuestro camino.
NOTA:
Estaré de gira en la República Dominicana en octubre. Si quiere contratarnos para su empresa o para alguna asesoría o Coaching personal se puede comunicar a ventas@diegososa.info.


FRASE DE LA SEMANA
"Como me dicen que los tiempos mejores no vienen, salgo a buscarlos."
Diego A. Sosa

Coach, Consultor, Conferencista y Escritor

lunes, 15 de septiembre de 2014

RELACIONES HUMANAS 3.0

Ver cómo se viene deteriorando la relación entre los humanos me lleva a pensar mucho en cómo podemos lograr revertir la tendencia. Quizá soy anticuado y pienso que las relaciones humanas son importantes y lo deben ser en el futuro.
Como no soy usuario de teléfonos inteligentes, con todo lo que significa esto para una sociedad moderna, quizá no puedo entender que en el futuro no necesitaremos de una relación con otras personas y que es mucho mejor ser moderno. Pero trataré de exponer mi punto para no lamentarme en un futuro de no haber intentado algo...
Soy un estudioso del comportamiento humano y del cerebro. Las conexiones que traemos de fábrica y las que hemos ido creando nos llevan a tener una programación que nos sirve para vivir y sobrevivir.
Muchos patrocinan la teoría de que la célula básica de la sociedad es la familia. Yo me adhiero a la idea de que es la manada a la que pertenecemos. Es que no sólo defiendo a los que están en mi propio techo o salieron de él, también tengo una familia de ascendentes (quizá algunos lectores tienen descendientes). Los hermanos y familia de los hermanos. Luego están los tíos y los primos. Los amigos más íntimos y compañeros cercanos. Y uno que otro allegado. Esa manada debe estar entre las treinta y sesenta personas. Normalmente el número más bajo es el más común.
Para entender el concepto anterior, cuando vemos un video en que a alguien le pasa algo gracioso (doloroso), si fuera alguien de nuestra manada cerraríamos instantáneamente los ojos y encogeríamos los hombros. O sea, sentiríamos también lo que siente esa persona. La cercanía genera la empatía y por ende, terminamos protegiéndonos. Un político ladrón es malo cuando no es de nuestra simpatía... quizá deje de sernos simpáticos por corrupto. Si es familiar, por lo regular, nos resistiremos a creer los hechos.
El método de relacionarnos con las personas está cambiando. Anteriormente utilizábamos un detector de emociones infalible... nuestra visión. Algunos piensan que es un sexto sentido, pero no es así, las microexpresiones y el lenguaje corporal nos dicen cuándo una persona está triste, feliz, desprecia algo o a alguien, tiene asco, repudia, se sorprende, etc. En mi libro Ventas, Oratoria y Lenguaje del Cuerpo se detalla todo al respecto.

La forma de comunicarnos se va convirtiendo en intercambio de letras y figuras. Hoy podemos decir al mundo que estamos felices poniendo una carita con sonrisa, (muchos entenderían simplemente con dos símbolos gráficos :) que generan la sonrisa mencionada). El problema es que no tengo que estar realmente feliz para que todos crean que lo estoy. Lo mismo pasa con las demás emociones que podemos descubrir sólo si estamos viendo a la persona.
Podríamos pensar que estamos acercando más personas a nuestra manada con la facilidad que nos ofrece la tecnología de tener a todo el mundo al alcance de unas pocas teclas. Yo lo veo de otra forma: Nuestro cerebro está siendo confundido por emociones expresadas al gusto del momento... y nunca hemos sido completamente sinceros al momento de expresar premeditadamente emociones.
Nos será cada vez más difícil hacer empatía con la gente y tendremos cada vez más decepciones de las personas que integremos a nuestra manada. El resultado puede ser escepticismo cuando conozcamos una nueva persona. Quizá mantengamos buenas relaciones virtuales y huyamos de las personales.
Si esto pasa nuestras manadas serán cada día más pequeñas y nuestro encierro será mayor.
Para mí nada sustituye la cercanía de una buena conversación cara a cara con personas que congenio.

FRASE DE LA SEMANA
"Cada día me doy cuenta que prefiero menos relaciones; opto mejor por pulir las buenas."
Diego A. Sosa
Consultor, Coach, Escritor y Conferencista