Si con su tiempo puede producir dinero, el tiempo que gaste
de más en navegar por las redes sólo para estar al tanto de todo lo que está
pasando en la vida de sus contactos puede ser una pérdida de dinero. Nótese que
hablo de tiempo de más, no del tiempo de ocio. ¿Y los jóvenes que pasan su
tiempo socializando?
Veamos diferentes grupos de personas para saber si el tiempo
malgastado puede haberle costado dinero.
Emprendedores que
reciben ingresos proporcionales a sus resultados: Ganan su dinero de
acuerdo a su productividad. Está claro que pasar tiempo de trabajo navegando
afecta directamente sus ingresos… están pagando dinero por estar enterados.
Asalariados que
producen de acuerdo a lo que logran: No me refiero a los incentivos, sino
al sueldo pagado por producción, a aquellos que se les han colocado parámetros
que atan sus salarios a sus resultados.
Empleados medidos de
acuerdo a parámetros estipulados para sus puestos: Son medidos y, cuando no
rinden lo que se espera de ellos, corre peligro su empleo.
Los asalariados de hoy necesitan mostrar resultados para
mantener sus empleos, para ganarse algo extra o hasta para lograr sus ingresos.
Perder el tiempo suele costarles dinero.
El dinero extra: Algunos
quisieran ganar algo más de dinero para mejorar su calidad de vida, pero no
tienen tiempo para hacerlo. O sea, perder tiempo en las redes sociales no les
permite aprender otro oficio o dedicarle tiempo a cosas que puedan ser
productivas. Cuando hablo de aprender no me refiero a una carrera profesional;
aprendo cada día en libros, escritos, videos y audios que me hacen crecer… es
mucha la información existente que le saco gran provecho. Me dirá que es porque
vendo mis conocimientos, y yo le diré que hay información para todo lo que
queramos hacer.
El vendedor:
Personas que pueden usar las redes sociales para situar su marca personal,
obteniendo beneficios de este medio gratuito de publicidad, en vez de estar
pendientes de la vida de los demás, de todo lo que se publica y de hacer
pública su vida privada. Hay mucha información interesante e importante, pero
también demasiada basura. Prefiero la búsqueda dirigida y segmentada de los
temas que resultan de mi interés. Un vendedor que mal utilice una hora diaria
en las redes sociales, es una persona que está pagando caro su paseo diario. El
vendedor no tiene derecho a pasar hambre, además, es una de las pocas
ocupaciones que permite autoaumentarse los ingresos. Simplemente vendiendo más
o mejor.
Los jóvenes: La
comunicación de hoy es inmensa. El intercambio de mensajes entre las personas
es un diluvio. Un texto le llega a cientos de personas, cuando no a miles.
Antes, un papelito era leído por una persona, o una llamada telefónica era
entre dos individuos. Hoy, cada mensaje emitido corre el riesgo de convertirse
en una bola de nieve. Compartimos algo que nos llega y comentamos gran parte de
lo que leemos. Los jóvenes pueden acostumbrarse a ser emisores y receptores de
mensajes que les roben el tiempo sin darse cuenta. Temo que la tendencia sea a
convertirse en un vicio, como otros que han afectado a la humanidad; lo malo
con éste es que no sabremos cuánto estamos pagando por pasarnos horas sin
producir y, peor, haciendo horas productivas ineficientes… es que estar
pendientes de todo lo que llega por los dispositivos no nos permite ser lo
efectivos que podríamos ser. Enséñelos a sacarles dinero mejor que a gastar su
tiempo.
FRASE DE LA SEMANA
“Lo que dejo que me
robe tiempo, me cuesta dinero”.
Diego A. Sosa
Escritor, Coach,
Consultor y Conferencista