miércoles, 27 de enero de 2010

SER OR NOT TO BE?

No siempre somos lo que los demás quieren que seamos, pero la cosa es que los demás tampoco son lo que nosotros quisiéramos que sean. Yo no puedo, ni quisiera, cambiar a los demás, creo que esa es una decisión propia y muy personal para yo estar intentando ser el juez de tal sentencia.

Ahora bien, para vivir en sociedad necesitamos cumplir con algunas reglas de adaptabilidad... lo que no quiere decir que cambiemos en nuestro ser, eso es sólo una adaptación al medio ambiente. La sociedad consta de un núcleo que es la familia y uno menor que es la pareja. Y su más pequeño átomo que es el individuo. Si ese individuo está feliz con cómo es y no le hace daño a nadie, ¿por qué todos quieren que él cambie algo? Y lo peor del caso es que no todos quieren que cambie lo mismo... lo que a unos les gusta, a otros le incomoda. Es más, lo que a algunos les gusta en un momento, termina irritándoles en otros.

Me quiero referir ahora a la pareja: Si busco una pareja y procuro adaptarme a ella, al final de cuentas terminaré reclamando que ”yo he dado tanto y mira cómo me pagan”. Si encuentro una pareja que se adapte a mí, terminaré escuchando la referida frase. ¿Entonces qué? La solución es “ser”, no buscar alguien que sea perfecto para mí, sino alguien que me acepte como soy y aceptarlo como es. Habrá que adaptarse a algunas cosas, pero lo importante es adecuarse al otro como él es. Si no me podré adaptar, entonces no es mi complemento perfecto.

Creo que sí existe el complemento perfecto para nuestras vidas, estoy convencido de ello, no siempre llegan en el momento oportuno, casi siempre llega tarde, pero estoy seguro que existe.

Conozco personas que protestan por el tipo de parejas que han tenido, “siempre me salen iguales”. Pero es que los que no son como esos no te atraen, esa es la cuestión. Si buscamos las personas que todos quisieran para casarse, esos son aburridos para ser novios. Por eso los que tienen mayor éxito en las conquistas, son los que atraen más al otro sexo. Sin embargo, eso luego molesta. Amar sólo con el corazón puede hacer que uno no llegue a la pareja conveniente; amar con la cabeza hace que la pasión no entre en juego o muera muy rápidamente; amar de corazón y cabeza puede ayudar a encontrar la pareja para uno. Si podemos abrir el corazón por la cabeza, quizás le damos a nuestro complemento perfecto la oportunidad de amarlo como es y que nos ame como somos.

Volviendo a la sociedad: Seguro que tengo cosas que no les gustan a los demás, pero no las cambiaré porque alguien quiera (siempre que no haga daño a nadie), sino cuando yo lo encuentre y decida que no es lo que quiero ser. Claro que muchos me encuentran arrogante por querer ser yo... es que mi vida me la otorgaron a mí y no a los demás... no me la pasaré tratando de complacer a los demás (eso nunca lo lograré), sino que la pasaré con los amigos que me acepten como soy.

Nadie está obligado a aceptarme como soy, así como no estoy obligado a ser quien no quiero ser. Hay mucha gente que me acepta y me hace sentir bien, y trato de aceptar a todos como son... con algunos comparto parte de sus vidas, con otros decido que no quiero compartir nada, esa es mi forma de aceptarlos como son, no los quiero hacer cambiar, pero no tengo que compartir cuando no me siento bien con su comportamiento... los acepto como son.

Hay gente que cambia para estar a nuestro lado, pero nos critican y quieren hacernos cambiar, se hacen llamar amigos o hasta parejas. Sólo quiero que me digan lo que les molesta de mí y yo decido si lo considero de cambiar o no, pero si no les gusta como hablo o como siento, entonces no tenemos porqué estar juntos.

La idea es vivir lo que somos y no dejar de vivirnos por vivir lo que otros quieren que seamos. “Ser” es lo más bello que podemos vivir en nuestras vidas.


FRASE DE LA SEMANA
“Si no me gusta como soy, cambio; pero si me gusta, entonces decido ser feliz”
Diego Sosa