sábado, 13 de diciembre de 2014

ENTRE REGALOS Y REVANCHAS


Los regalos deben alegrarnos, tanto al que los recibe como al que los suministra. Algunos son costumbre según la fecha (por no llamarlos obligación), mientras otros son verdaderas sorpresas. Unos se realizan esperando alegrar y halagar a un ser que apreciamos sin esperar nada a cambio, mientras que otros esperamos la revancha.
Hay personas que nos regalan algo sin nosotros solicitarlo y sin esperarlo. A la entrada de algunos monumentos históricos podemos encontrar personas entregando una rosa a los que se dignan en aceptarla. No solicitan nada a cambio y como por arte de magia desaparecen de nuestra vista. Un lindo gesto, una alegría, un detalle… en un mundo tan ajetreado como el que vivimos debemos agradecer a estas personas que hacen esto sin solicitar nada a cambio. Y precisamente ahí está el detalle. Al salir de la visita al antiguo edificio nos encontramos nuevamente con la persona que nos dio la alegría con su mano extendida… no pide nada, sólo solicita la revancha.
Regalar la rosa no es la verdadera intención, la idea es que sintamos la necesidad de devolver el favor cuando le volvamos a encontrar unos minutos más tarde. Nos da pena devolver la flor y terminamos pagando por ella.
¿Estamos usando nuestros regalos de la misma forma? Mi pregunta no es para sentirnos mal, sólo quiero que analice si espera que alguien le regale de acuerdo a lo que usted regaló, léase frecuencia e intensidad. Un día en un seminario una participante me explicó que cuando viajaba al interior del país compraba galletitas de un lugar muy exclusivo para regalar. “Ay de aquel que viaje y no me traiga”. Ya se puede imaginar en que gaveta puede entrar este tipo de regalos: ¿Por agradar o por conseguir reciprocidad? Para mí fue claro que se busca una revancha.
Las costumbres también van cambiando; lo que antes era un agrado ahora puede sentirse como una obligación, lo que muchas veces pudo ser un presente hecho por nosotros mismos y que no costara mucho, se puede convertir en un gasto sin sentido pero obligatorio.
Agradar a personas con una flor recolectada en el camino a la visita hoy se convierte en un arreglo floral. Un presente a los niños que visitábamos es hoy un regalo que puede pasar a ser de envergadura, como un juego para la consola. En conclusión, la evolución financiera de la sociedad ha puesto la costumbre más cara.
Otro problema son los regalos de poca utilidad. La obligación a regalar y la posibilidad de comprarnos lo que necesitamos son factores que han llevado a recibir cosas que no nos sirven para nada: Ropa o adornos que no son de nuestro gusto, utensilios sin utilidad para nosotros, cosas que ya tenemos, etc. Las críticas a esos bien intencionados regalos comienzan a generarse en nuestras mentes desde que vemos lo que es… en muchos casos las personas ya comienzan a criticar desde que saben que le regalarán algo. Algunas personas le encuentran utilidad; sí, regalándolo más adelante.
Mi filosofía es encontrar regalos que sean de utilidad. En el peor de los casos regalo un cupón o vale de alguna tienda en que la persona escoja algo que le cubra alguna necesidad. Un regalo hecho por mí, como un pequeño video o un álbum de fotos lo considero mejor que algo que no será conservado, usado ni verdaderamente agradecido. Así mismo no espero nunca regalos, los minutos que me dan mis seres queridos son mucho más valiosos.


FRASE DE LA SEMANA
“Un regalo cumple su objetivo cuando agrada y cubre necesidades reales.”
Diego A. Sosa

Escritor, Consultor, Coach y Conferencista

lunes, 8 de diciembre de 2014

TENER TIEMPO ES ORO


El adagio que reza el tiempo es oro…” es muy cierto, pero la filosofía que sigo es: Tener tiempo para lo que quiero es oro. Es que saber que algo vale es una cosa, poseerlo es diferente y sacarle provecho es otra.
La realidad es que todos tenemos tiempo, 24 horas diarias, ni más ni menos. Pero no todos lo utilizamos en lo que determinamos como prioritario para nuestra felicidad. Insisto, la felicidad no es una meta, es el camino que recorremos cada día.
Como todos tenemos la misma cantidad de tiempo: ¿Cómo algunos logran más que otros? ¿Por qué unos andan apresurados por la vida mientras otros relajadamente hacen todo lo que se proponen? ¿Debido a qué no encontramos tiempo para lo que pensamos debemos hacer? Las respuestas son diversas, las causas muy reducidas y la realidad una.
Si nos aparece una emergencia y dejamos de hacer todo para ponerle atención es porque lo otro no es realmente tan vital como pensábamos. Cuando las tareas pendientes no son de vida o muerte tendemos a patearlas hasta que se conviertan en tal. Y así nuestro día pasa entregándole el tiempo a cosas que son menos prioritarias y cuando no podemos aplazar más lo que tenemos pendiente lo hacemos. Pero en el camino les hemos entregado a otros un tiempo precioso que retiramos de nuestra cuenta propia. Si no es egoísta no llegará a ser eficiente con su tiempo.
No le propongo hacer menos, sino como detallo en mi libro ¿No tienes tiempo? el truco es hacer más. Cuando estamos bajo presión hacemos más. Cuando no tenemos tiempo no lo perdemos. Cuando el tiempo apremia somos más efectivos. Entonces, la realidad es una no podemos hacer menos si necesitamos hacer más debemos hacer más para vivir menos estresados.
-¿Cómo hacer más, Diego?
Muy sencillo,
·         Cada tarea es prioritaria y tiene que salir de nuestros pendientes.
·         No se deje quitar tiempo por nadie; no deje que la gente le hable de más, termine y salga o haga que se retiren aunque parezca grosero, recuerde, es su tiempo, es su felicidad.
·         No deje las cosas por mitad; aunque alguien le llegue, tome un par de minutos para terminar o dejarlo donde sea fácil continuar.
·         No espere que le llamen para terminar un proceso.
·         Póngale plazos a los demás y persígalos; la única forma que su tarea se convierte en urgente para el otro es cuándo él siente la presión, de lo contrario, es un pendiente más Lamentable, pero cierto. Al cumplidor nadie tiene que atacarlo.
·         No le regale su tiempo personal a los clientes dejándolos que le hablen de más; es que si no termina las tareas en el tiempo de trabajo acabará tomando su tiempo personal para poder cumplir no tengo que aclararle que eso destruye su calidad de vida.
·         No se comprometa con más de lo que pueda; a la corta o a la larga no podrá cumplir y eso hace que no cumpla ni siquiera con lo que realmente puede.
Ya sé, es muy fácil decirlo para mí que soy independiente, el que es empleado tiene que hacer más de lo que se puede Y le aclaro, no es posible poder más de lo que se puede. La ineficiencia inicia con tratar de hacer más de lo que es posible, uno termina no pudiendo ni siquiera hacer lo que es posible.
Tenga una lista y ejecute, no espere acordarse de las cosas por favor, tome el control, sepa lo que es posible y lo que no, o no podrá vivir en paz y estar feliz por lograr lo que es posible que sea como sea es lo máximo que podrá lograr.

FRASE DE LA SEMANA
Tener tiempo es oro; vivirlo es platino.
Diego A. Sosa

Conferencista, Consultor, Coach y Escritor