sábado, 5 de julio de 2014

ADICCIÓN A LAS DEUDAS



Dicen que la felicidad no tiene precio… pero algunos sienten que la pueden comprar, y en cierta forma tienen razón. Es que ellos reciben felicidad cuando en su cerebro se activa el centro de las recompensas. La hormona de la felicidad se libera y el flujo sanguíneo se encarga de llevarla a todo el cuerpo.
Sentir felicidad no es tan difícil como parece. Estamos condicionados para que esa emoción nos invada y sabemos buscarla. Los encargados de hacer ricos a las grandes empresas (los mercadólogos) han estudiado también el comportamiento humano y saben que muchas cosas que hacemos mueven muestro cerebro a darnos la sensación de felicidad.
Con los estudios modernos ya sabemos que podemos engañar a los sentidos para que se liberen endorfinas (la hormona de la felicidad) y sintamos esa hermosa sensación.
En los modernos escáneres de cerebro se midieron las reacciones de personas que reaccionaban positivamente al chocolate liberando hormonas de felicidad. Luego ingirieron sin saberlo chocolate placebo, o sea, chocolate que no era realmente a base de cacao. La reacción sorprendió… fue exactamente la misma que al chocolate normal.
Por un lado se descubrió que el chocolate no es realmente productor de alegría. El estudio profundizó en las razones de la sensación producida y la conclusión es que desde pequeños relacionamos el chocolate con un premio. Nuestro centro de las recompensas se activa y libera endorfinas… la felicidad llega a nuestro sistema.
Los vendedores hacemos que el cliente sienta una recompensa cuando adquiere nuestros productos o servicios. La idea es activar el centro de las recompensas del cliente. En mi nuevo audiolibro “Ventas Emocionales” llevo a los vendedores a que influyan en el centro de las recompensas y consigan aumentar sus ventas para lograr sus propios sueños con las ganancias extra que obtienen. ¿Lo ve? Estoy moviendo la parte emocional de posibles compradores de mi audiolibro. Intento hacerlos comprar como lo hacen los que nos ofrecen sus servicios o productos.
Cuando nuestro centro de las recompensas se acostumbra a activarse con compras requerirá cada vez incentivos mayores para lograr poner en movimiento las hormonas de la felicidad. Nos hacemos adictos a las hormonas mencionadas y sin ellas sentimos que no podemos vivir en equilibrio. ¿La decisión? Comprar cada vez más. Así llega la adicción a las compras y cuando compramos con el dinero de otros se convierte en adicción a las deudas. La adrenalina corre por nuestro cuerpo cuando llega el momento de pagar y no sabemos cómo lograremos quedar bien. Estaremos activos y conseguiremos una sensación especial.
Si la adicción es intensa ha llegado el momento de tratarse con un profesional. Si es leve la costumbre de sentirse activo cuando las deudas están presente y sentirse mal por la tranquilidad de no tener cobradores persiguiéndonos, es el momento de comenzar a tomar el toro por los cuernos.
Hagamos un levantamiento de nuestra real situación. La lista debe tener el monto de la deuda, el interés anual pagado, el monto mensual a erogar y la fecha de término del pago.
Las deudas con interés más alto se pagan primero, luego las que les queda más tiempo. Si tiene una buena imagen crediticia puede buscar un préstamo para consolidar sus deudas. En mi canal de YouTube puede ver mi video “5 pasos para salir de las deudas”.


FRASE DE LA SEMANA

“Darme cuenta de que tengo un problema es un gran primer paso para resolverlo.”
Diego A. Sosa
Escritor, Conferencista, Consultor y Coach


lunes, 30 de junio de 2014

EL CAMINO DEL DINERO


EL CAMINO DEL DINERO

Llegar al éxito financiero requiere transitar un camino largo y con muchos disfrutes. Intentar llegar con rapidez nos lleva a un aparentemente magnífico resultado, lo malo es que al final nos cobra con altos intereses. ¿Cómo recorrer el camino de manera eficiente?
Son muchas las aristas en el comportamiento financiero. La buena noticia es que hay recetas que nos pueden ayudar a trazar un excelente mapa para conseguir lo que podemos llamar una vida sin preocupaciones financieras.
Tener una autoestima a prueba de sociedades de consumo: Escucho con atención a las personas que se quejan de las presiones sociales. Analizo primero si ellos son parte de la sociedad… hasta ahora siempre lo son. Comprar porque la sociedad presiona es causa de una debilidad propia, no de la sociedad a la que nos gusta pertenecer. El factor común en mis análisis es que queremos que nos acepten por lo que tenemos y no por lo que somos; de inmediato entiendo la razón de muchos males financieros.
No tener deudas de consumo: Adelantar el futuro al usar dinero que aún no nos hemos ganado es una tontería. Pagamos intereses, lo que recorta nuestro poder adquisitivo. Si las deudas son para generar riquezas son muy buenas, pero las que creamos para adquirir cosas que no necesitamos son tontas.
Tener cultura de ahorro: Muchos piensan que ahorrar no sirve de mucho porque el dinero se devalúa. Lo importante es saber que el ahorro es sólo un paso en el camino a los ingresos pasivos. La idea es guardar una parte de lo que recibimos y convertirlo en capital para luego invertirlo. Una cultura de ahorros nos ayuda también a programar compras, sacamos una cuota y al reunir el dinero realizamos la adquisición. Para quien cree que no puede lograrlo existen productos financieros que ayudan a ahorrar sin necesidad de pensar en ello. Se acuerda un monto y la institución financiera lo aparta en una cuenta especial. Puede tener tantas cuentas como usted desee.
Saber de inversiones: El monto del rendimiento del dinero es primordial para conseguir hacer crecer considerablemente el dinero. Debemos diferenciar bien entre inversiones y negocios: En uno el dinero llega sin tener que trabajar, en el otro necesitamos generar las ganancias con una labor. Mientras más alto el retorno tiende a ser mayor el riesgo. Aprovecho para recordarle que promesas de intereses enormes van ligadas a riesgos incontrolables. Existen diversas inversiones; las más clásicas son los productos bancarios como los certificados financieros. Hoy existen instituciones que nos ofrecen certificados a más altos intereses que las cuentas de ahorros, pero con posibilidad de retirarlos en cualquier momento sin ninguna penalidad. Están también las inversiones en bolsa, donde podemos adquirir bonos de empresas y bonos soberanos, entre otros productos. Lo más importante es medir el riesgo y conseguir la tasa de retorno más adecuada a nuestro tipo de riesgo elegido.
AVISO: Mi nuevo libro, 51 Recetas Financieras para una mejor calidad de vida, ya está en las librerías que tienen mis otros 13 títulos. Es una compilación de mis columnas en esta publicación de la Revista Estilos. Para los coleccionistas y para los que se han perdido algunas o quieren regalar lo que han leído la Asociación Popular de Ahorros y Préstamos ha hecho posible esta útil recopilación.

FRASE DE LA SEMANA
“Tener un mapa y recorrer el camino es la mejor fórmula para convertir un sueño en una realidad.”
Diego A. Sosa
Consultor, Coach, Conferencista y Escritor




7 SUGERENCIAS PARA UNA ALTA AUTOESTIMA


La autoestima es la causa de muchas cosas en nuestra verdadera vida. Si está alta nos ayuda a disfrutar de lo que en verdad tiene valor y hace que la felicidad sea más duradera. Cuando está baja nos puede poner a aparentar lo que no somos en busca de reconocimiento. A continuación, algunas sugerencias para mantener una autoestima equilibrada.
Entender la autoestima: La autoestima tiene dos partes, la estima alta y la estima baja. La primera es lo que yo pienso de mí y la segunda lo que pienso que los demás piensan de mí. Podemos creer muchas cosas sobre nosotros y sobre lo que los otros piensan, pero lo único que realmente vale es saber quién soy. Basarnos en lo que los demás puedan pensar sería demasiado inestable ya que cada quien tiene una forma de valorar y analizar. No debemos medirnos por lo que tenemos y lo que hemos logrado; es lo que recomiendo para poder sentir lo que realmente somos.
Salir de la zona de confort: Sentir algunas necesidades básicas cubiertas puede llevarnos a un acomodo parcial. Pasar mucho tiempo dentro de dicha zona hace que nos sintamos menos que los demás, que los que siguen avanzando a nuestro alrededor. Por lo general, tomamos una actitud de víctimas y le echamos la culpa a algo o a alguien, y hasta comenzamos a acreditar a "la mala suerte".
Dejar de buscar aprobación: Los que han sido criados para seguidores (paradójicamente por personas de duro accionar que deberían querer que fueran líderes) desarrollan una necesidad de aprobación en lo que hacen.
Como siempre tuvieron que contar con un reproche si algo salía mal, su autoestima sufrió. Lo ideal es comenzar a tomar decisiones, y si pensamos que alguien criticará nuestra decisión, debemos tomar la situación como nuestra y hacerles saber a todos que somos capaces de decidir.
Los otros no piensan en ti cuando te controlan, piensan en ellos: Quieren lo mejor para ti, pero a su manera. No es cierto que de la forma que los otros dicen es mejor, sólo es una forma. La responsabilidad de nuestras acciones es nuestra. Podemos oír sugerencias y observaciones, pero no vivir lo que los otros quieren que vivamos para ellos.
Dejar el miedo al rechazo: Es mejor descubrir desde el principio al que no nos desea como somos a su alrededor. No estaremos solos, simplemente nos rodearemos de las personas que sí nos aceptarán para siempre, porque nos admiten como somos.
Tener un lenguaje corporal positivo: Subir la frente, dar pasos largos, no esconder las manos, mirar las personas amablemente a los ojos, etc. Todo lo logramos cuando sentimos que no somos menos que nadie, pero tampoco más.
Vivir es una decisión propia: Y la vida que hay que vivir es la que tenemos... la nuestra.


FRASE DE LA SEMANA
"La autoestima es la causa de muchos males; si la tomo bajo mi control es la de muchas cosas buenas."
Diego A. Sosa
Coach, Escritor, Consultor y Conferencista

  

© Ing. Diego A. Sosa. Escritor, Conferencista, Consultor y Coach de Empresas y Profesionales. Mercurio Entrenamiento y Consultorías