martes, 12 de febrero de 2013

¿LE FALTA DINERO O LE SOBRA MES?

¿LE FALTA DINERO O LE SOBRA MES?




Faltan unos días para cobrar y la cuenta bancaria está vacía. Las tarjetas de crédito están al borde. Buscamos en la cartera, todos los bolsillos y donde quiera que pueda aparecer algo con lo que podamos llegar al día de cobros. ¿Será que los meses son demasiado largos? Es posible, pero la solución no será una solicitud divina para que acorten los meses.

Muchos me dicen en mis seminarios de Inteligencia Financiera Personal que la sociedad nos lleva por el camino del gasto. ¿Somos parte de la sociedad?

Cuando sobra mes, por lo regular, las personas echan mano a las tarjetas de crédito para utilizarlas como medio de financiamiento. Comienzan a posponer el dolor del pago y a vivir el disfrute de lo adquirido. Algunas semanas más tarde llega el dolor y con él una ligera tensión en la espalda alta. Es momento de buscar el dinero de pagar las tarjetas. Ya cobramos, es un alivio. Calculamos y nos damos cuenta que si pagamos el monto total que adeudamos a la tarjeta, el mes crecerá tan velozmente como la nariz de Pinocho.

Lo peor del caso es cuando vemos lo adquirido con el dinero de la deuda. En la mayoría de los casos fueron cosas que no necesitábamos, otras ni siquiera cubrían necesidades y algunas fueron para un disfrute que supuestamente hacía crecer nuestra calidad de vida… calidad de vida que se ve deteriorada al momento de no poder hacerle frente a los compromisos de pago asumidos. ¿Fue una mejoría real en la calidad de vida?

Decidimos abonar algo al saldo para sentir que el mes es más corto… sólo sentirlo. Hemos cometido uno de los grandes pecados de la salud financiera, pasamos a utilizar la tarjeta de crédito como medio de financiamiento y no como medio de pago: craso error.

“Los bancos son unos ladrones”, gritaremos. La realidad es que las reglas están claras y nosotros somos los que tomamos la decisión de utilizar las herramientas a nuestras manos para construir o destruir. Si ya está en esta situación, lo ideal es que busque un financiamiento más adecuado a su situación. Pregunte en su institución financiera por las posibilidades de financiamiento antes que caiga en un punto difícil de recuperarse.

Para alargar el mes hay que tener dogmas claros:

· Adquirir lo que podemos pagar.

· Pagar con el dinero que ya nos ganamos. Hará el mes más corto… y si sacamos la porción del ahorro antes de comenzar a gastar, el mes será muy corto.

· No comprar nada que no cubra una necesidad. Muchos vendedores son especialistas en creación de necesidades, no les haga caso. El vendedor que no le demuestre que usted realmente tiene una necesidad no debe quedarse con su dinero.

En el segundo color, el rojo, de mi libro Arco Iris Financiero demuestro cómo las deudas surgen de pasajes superfluos de supuesta mejoría y cómo son las principales causantes de estrés en nuestras vidas.



FRASE DE LA SEMANA

“Gastar lo que aún no me he ganado reducirá mi poder adquisitivo y a la larga disminuirá mi calidad de vida”.
Diego A. Sosa
Consultor, Coach, Conferencista y Escritor



lunes, 11 de febrero de 2013

LA EMOTIVIDAD Y NUESTRA VIDA

En un intercambio de correos–e con una lectora me cuenta de las dificultades para mantener a los vendedores motivados. Mercedes me decía que los vendedores son relativamente temperamentales. Las empresas continuamente les hacen concursos, los sacan a pasear, le dan permisos que a otros del personal les niegan, les ofrecen condiciones especiales, etc. Todos los encargados de departamentos de ventas saben lo que es eso. Mi pregunta: ¿Es diferente con los que no venden?

La motivación es necesaria para las personas. Todos queremos hacer nuestros oficios con una motivación plena. ¿Qué nos aparta de ella? ¿Esperamos que nos empujen o que algo pase para que la sangre fluya llena de adrenalina por un cuerpo acostumbrado a estímulos externos?

Cuando un vendedor participa del ingreso a través de una comisión, para mí no habría que decirle mucho más para que vendiera. En tiempos que la mayoría de las personas protesta por lo escaso del ingreso, el vendedor se puede subir el sueldo cada mes... simplemente vendiendo más.

El problema de todos es siempre lo que esperamos de nosotros mismos. Esa motivación interna es la única que se puede mantener. En múltiples experimentos hechos para conocer el comportamiento humano ha quedado demostrado que los medios que utilizamos en general para motivar no tienen un efecto duradero.

Científicos del comportamiento humano querían demostrar que una paga inesperada podía motivar a las personas para hacer su trabajo mejor. El experimento inició con una encuesta. ¿Preferiría usted trabajar en un lugar que le pagaran más por el mismo trabajo? La respuesta fue unánime. Las siguientes preguntas iban dirigidas a la motivación que tendrían si su empleador fuese tan espléndido que pagase más de lo común o diera un aumento sin nadie esperarlo. El resultado fue que estarían motivados para trabajar más de lo que era la regla.

Para comprobar los resultados pasaron a un experimento práctico. Hicieron entrevistas de reclutamiento y ofrecieron condiciones de trabajo. A un grupo lo contrataron por las condiciones ofrecidas. A otro grupo le pagaron más de lo acordado y le redujeron el horario ofrecido. Al cabo de un mes el porcentaje de motivados en cada grupo era el mismo... conclusión, las condiciones no hicieron diferencia.

Claro que las empresas esperan más de los vendedores de lo que ellos esperan de ellos mismos. Cada uno tiene una zona de confort. Al que trabaja dando un servicio con un salario fijo no le influye directamente en su remuneración si atiende más o menos personas. La empresa no ve la necesidad de motivarlo exageradamente. Pero el área de ingresos es vital para el crecimiento de la empresa, factor primordial en la gerencia moderna.

Lo que trato de hacer con la motivación es ponerle a cada persona una meta propia, no la meta de la empresa. Si quisiera que venda 100, tengo que convertir eso en la remuneración que ganará el vendedor por esos cien y lo que podrá hacer con ellos. O sea, tengo que hacer que el vendedor persiga su sueño, no el de la empresa. Igual con cualquier persona... ¿Quieres una mejor educación para tus hijos? ¿Cuánto cuesta? ¿Cómo conseguirás esa remuneración? Puede ser una vivienda propia, mejor calidad de vida (con todo lo que implica), un vehículo, un retiro digno, un viaje, etc. Cada uno tiene que convertir en su propio sueño a perseguir cada acción remunerada que haga.

En mi libro ¡Alcanza la Cumbre! enseño que una vida mejor la logramos nosotros mismos, con ahínco y esfuerzo; sobre todo, siendo feliz al construirla. Doy pautas para vivir esos sueños que siempre tenemos, para estar motivados internamente, para hacer de la vida una obra de arte.


FRASE DE LA SEMANA

“El dinero no motiva por tanto tiempo como perseguir lo que lograremos con él.”
Diego A. Sosa Sosa
Coach, Escritor, Conferencista y Consultor

¿CUENTAS SEPARADAS O MANCOMUNADAS?

Mucha gente me hace esta pregunta; la respuesta no puede ser automática. La decisión dependerá de varios factores. Dos personas pueden manejar sus finanzas muy dispares, pero el éxito lo lograrán cuando estén unidos en el concepto que utilizarán. ¿Cuál?


La educación financiera y los dogmas de vida con relación al dinero suelen ser diferentes en cada hogar... los objetivos son, en principio, los mismos. Queremos crear un capital que nos permita tener calidad de vida, traspasarle calidad de vida a nuestros sucesores y asegurarnos una vejez digna... si es holgada mucho mejor.

A continuación, enumero las posibilidades para llevar las finanzas en la familia:

Cuentas Separadas: Esta modalidad es sugerida cuando uno de los dos tiene hábitos de gastos muy diferentes del otro. Si uno de los dos es gastador o comprador compulsivo, es mejor que maneje su propio dinero y que el otro pueda mantener el equilibrio financiero. El problema es que esa situación no puede seguir por siempre, si las ganancias del que gasta mucho son importantes, se termina dañando la relación familiar y se afecta el amor y la continuidad del matrimonio. Si los dos gastan mucho, también sugiero tener cuentas separadas. Siempre digo: “Cuando las deudas entran por la puerta, el amor sale por la ventana.”

Cuentas Mancomunadas: Le sugiero esta aplicación a las parejas que tienen metas comunes, a los que quieren lograr una salud financiera, a los que tienen dogmas parecidos o estén conscientes de que deben tenerlos. Muchas veces el que más gana gasta más, pero si está decidido a que las cosas cambien, lo ideal es dejar el manejo de las finanzas en las manos del más controlado.

La mujer siempre fue la administradora de los recursos del hogar. El hombre salía a cazar y le entregaba la presa; ella alimentaba a la familia y guardaba lo necesario para que nunca faltara la comida... Hasta que aparecieron las tarjetas de crédito y los hombres, para demostrar su “hombría”, le cambiaron su función, de administradoras las convirtieron en gastadoras. Ya el padre las quiere hacer independientes enseñándoles a gastar y preparándolas para un hombre que las pueda mantener a puros gustos. La mujer verdaderamente preparada es la que sabe administrar recursos. El hombre por naturaleza es malgastador, un macho nunca piensa que mañana no podrá cazar, esa es su función principal. En cambio, la mujer siempre pensaba que su hombre podía no regresar.

La mujer después que se casa necesita una cuenta escondida de su marido, y la razón es que ella piensa que puede un día quedarse sin nada, o necesitarlo para una medicina o los estudios de un hijo... una emergencia. Con la cuenta escondida está tranquila y pierde un poco el miedo a quedar desprovista si su marido “no regresa de la cacería”.

Si la mujer domina las finanzas de la casa, siempre estará tranquila y en el hogar no faltará comida. Si el hombre sabe de finanzas, conseguirá invertir bien el capital que su mejor mitad logra con el ahorro constante de desperdicios.

En mi libro Arco Iris Financiero explico que lo ideal es llegar al punto que nuestro FQ (Cociente de Inteligencia Financiera) nos permita tener una sola cuenta para construir el hogar que siempre hemos soñado.

FRASE DE LA SEMANA

“Una familia unida necesita objetivos comunes, para lograrlo hace falta una sola trayectoria.”

Diego A. Sosa
Consultor, Coach, Conferencista y Escritor