sábado, 25 de enero de 2014

¿SOMOS VERDADERAMENTE HOMOS ECONOMICUS?



Desde el siglo XIX algunos defienden la teoría de que el Homo sapiens se convirtió en un ser que sólo piensa con respecto al dinero. Nace el término que supuestamente define al humano contemporáneo. La teoría es interesante, pero,¿es la realidad?
Ya el humano no consigue la comida de manera directa: ni cazamos, pescamos, criamos ni cultivamos para suplir nuestras necesidades de alimentación. El dinero se convirtió en el sistema de trueque y todos trabajamos por él. Tiene varios valores, el principal nos permite cambiarlo por lo que consumiremos.
Con el dinero acumulado podremos vivir cuando ya no podamos trabajar. También nos da estatus y nos permite comprar cosas que no cubren necesidades básicas. Hasta llegamos a creer que también podemos cubrir necesidades tan complicadas como las de estima.
La teoría inicial del Homo œconomicusdefiende que el humano trata de obtener la mayor cantidad de bienes, comodidades y lujos con la menor cantidad de trabajo que tenga que realizar. En una primera instancia, se adapta a la gran mayoría de las personas que conocemos. Pero sólo a primera vista.
El humano de hoy quiere obtener la mayor cantidad de bienes, comodidades y lujos, pero sólo se preocupa por el tiempo en que lo obtiene y no porque sea con la menor cantidad de trabajo que tenga que realizar. Yo diría que estamos tratando de conseguir lo mencionado, pero lo realmente importante es que sea a la mayor brevedad posible.
Trabajamos para ganar dinero y con él compramos los bienes, lujos y comodidades. Mientras más dinero ganemos debería traducirse en el tiempo en mayores adquisiciones. El gran problema cuando ponemos el factor prisa por delante es que pagamos más para adquirir lo mismo. La ecuación que define al Homo economicus se desvirtúa.
La mayoría del los humanos modernos busca la forma de utilizar el dinero de otros para lograr lo que los demás tienen. No me refiero a robar, sino a los créditos para bienes de consumo y lujos. Tomar prestado es muy fácil en nuestros días; el que tiene dinero sobrando lo pone a disposición de una institución financiera y, por un diferencial, ella la presta a los que quieren adelantar su consumo.
Para no confundirnos: Hay créditos que nos llevan a producir o que nos evitan pagarle a alguien, por ejemplo, el alquiler. Podemos llamarlas deudas buenas. No es a esas que me refiero en el párrafo anterior.
Si fuéramos fieles a la definición de Homo economicus, para salir de viaje reuniríamos mensualmente una cantidad de dinero, compraríamos un instrumento financiero para que el dinero fuera reproduciéndose y, cuando el monto fuera suficiente para hacer el viaje, lo hiciéramos. No confundir con el verdadero tacaño, él nunca haría el viaje.
En cambio,alguien nos habla que irá de paseo, nos entusiasmamos, vemos las posibilidades de la tarjeta de crédito, solicitamos un préstamo y salimos a comprar el pasaje. Volvemos del viaje y pagamos durante meses un monto que supuestamente no podíamos sacar cada mes para prever el gasto.
Como el dinero de otros cuesta, pagamos intereses. Si tomamos, como ejemplo, un crédito a un año, lo que costaría 120 termina costando 150. El viaje a su tiempo hubiese costado 10 mensuales, terminó costando 12.5. Contando con que pudo pagar la tarjeta de crédito sin financiarla... si no la pagó, el gasto se aumenta mucho más.

FRASE DE LA SEMANA
"Si quiero sacarle el máximo a mi dinero,debo gastarlo después que me lo gano."
Diego A. Sosa
Consultor, Coach, Escritor y Conferencista




miércoles, 22 de enero de 2014

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lunes, 20 de enero de 2014

INTELIGENCIA INTERPERSONAL - MIGOMISMO II (Libro)



Ya está disponible: 

MIGOMISMO II: Diego A. Sosa Sosa nos entrega en su decimotercer libro las herramientas de la inteligencia interpersonal. Hoy las relaciones humanas son esenciales en la vida. Necesitamos relaciones efectivas tanto en lo profesional como en lo personal. Convertir un grupo en un equipo de alto rendimiento o ser un vendedor exitoso dependerá de nuestras capacidades para relacionarnos. Es un libro novelado de muy fácil lectura e impregna muy útiles enseñanzas. Nos muestra el comportamiento humano con experimentos científicos modernos y análisis puntuales. Un grupo de amigos conversando y conociendo el norte de Alemania profundizan y detallan todo lo necesario para hacer que las relaciones humanas sean un factor de éxito en quien lea y aplique las herramientas que el autor nos traspasa.

 

MALVAVISCOS Y EL FUTURO FINANCIERO



En muchas personas podremos ver cómo será su cultura financiera siendo aún muy jóvenes. Con un experimento que se hizo con niños se pudo encontrar más tarde una relación con su éxito y su forma de pensar desde pequeños. Planteo aquí mis conclusiones con respecto al comportamiento financiero que tendrán en el futuro de darse ciertas variables y algunas sugerencias que resultarían de ayuda.
El experimento se originó en la universidad de Stanford a finales de los años sesenta y principios de los setenta. Los científicos tomaron varios grupos de niños de aproximadamente seis años y les dieron un malvavisco (marshmalow), indicándoles que, si esperaban a que regresaran sin comerlo, les darían como recompensa uno más. El experimento se ha repetido en diferentes lugares, diferentes etnias y con diferentes objetos. Los resultados son siempre muy parecidos, lo que comprueba su veracidad.
Los niños que han esperado demuestran que tienen una inteligencia emocional superior a los demás y lo más interesante es el éxito que han tenido en la vida con el pasar de los años.
Paso a las finanzas personales. Un niño que es capaz de esperar quince minutos frente a un malvavisco, galleta o cualquier golosina de su gusto, con tal de recibir una recompensa, es un ser que tiene la preparación mental suficiente para ahorrar con la visión de, en un tiempo prudente, conseguir comprar lo que desea y duplicar su adquisición.
Es más que paciencia, es preparación mental, es una filosofía de vida. Lamentablemente bombardeamos a los jóvenes para que se apresuren a comprar con el dinero que aún no han ganado y bajamos su EQ (Coeficiente de Inteligencia Emocional) y, por ende, lo que en mi libro Arco Iris Financiero defino como el FQ (Coeficiente de Inteligencia Financiera Personal).
Muchos están preparados para conseguir un triunfo financiero, sólo necesitarán las herramientas necesarias para: a)No dejarse dañar la inteligencia emocional, y b) Conseguir construir una cultura financiera sana y productiva.
Comprar con una tarjeta de crédito y no tener el efectivo al momento de pagarla puede llevar el monto gastado al doble en menos de un año. Si espero, en un año tendré para comprar dos y posiblemente en cuatro meses puedo reunir el dinero para obtener lo que quería. Es exactamente lo mismo que esperar el malvavisco de recompensa después de 15 minutos.
Es importante comprender que no es cuestión de esperar, es una pregunta de cómo quiero llevar mi vida. Adelantándome para obtener todo inmediatamente o teniendo disciplina para obtener las recompensas.
Deseamos que nuestros hijos tengan lo que no tuvimos. No soportamos que nos pidan más de tres veces y cedemos ante las presiones que nos ponen. ¿Qué les estamos enseñando con esa actitud?
Colocar los niños a prueba puede darnos una idea de cómo están preparados emocionalmente para construir una vida de éxitos. Pero lo más importante es lo que hagamos con la información resultante.
A unos cuantos tendremos que ayudarlos para que no pierdan el buen camino, fortalecer su mentalidad e incentivarlos a que no se desvíen por el ambiente consumista que los rodea; o sea, subirles su autoestima y toda su inteligencia emocional.
A otros, tendremos que cambiarles completamente el rumbo. No sólo en lo financiero, en todo lo que se refiere a construir el éxito con pasos firmes. Enseñarlos a invertir para recibir las recompensas.


FRASE DE LA SEMANA
"El que vive por adelantado obtiene menos."
Diego A. Sosa
Coach, Consultor, Escritor y Conferencista


LAS RELACIONES COMO BASE DEL ÉXITO

La inteligencia interpersonal es una de las herramientas más importantes al momento de perseguir el éxito. Muchas personas tienen conocimientos suficientes para tener grandes logros, otros cuentan con los recursos necesarios para iniciar una buena empresa, a algunos les surgen ideas fabulosas... pero los que triunfan tienen en común una alta inteligencia interpersonal, que junto a la inteligencia intrapersonal forman la famosa inteligencia emocional y cuyo coeficiente que la mide es el EQ.
Para mejorar nuestro EQ sólo tenemos que concentrarnos en mejorar las áreas que abarca la inteligencia emocional, por consecuencia, seremos cada día más exitosos. En mi libro Migomismo trabajé las emociones del ser humano como individuo y en Migomismo II entrego la parte de sus emociones en conjunto con otras personas.
Las relaciones en el trabajo, con amigos, familiares, etc., pueden ser mejoradas si trabajamos dos grandes ramas: La empatía y las destrezas para relacionarnos.
Empatía: Se han hecho descubrimientos que nos ayudan a entender cómo funciona nuestro cerebro. Es el caso de la neurona espejo, encontrada por casualidad por el científico italiano Giacomo Rizzolatti y su equipo de investigación. El experimento completo lo explico en mi libro Migomismo II – Su inteligencia Interpersonal.
A partir del importante descubrimiento, los científicos de la neurociencia han cambiado muchas teorías y han hecho nuevos hallazgos. Ahora sabemos que creamos empatía porque nuestras neuronas reaccionan al ver a una persona hacer algo. La conclusión más relevante es que nuestras acciones son las responsables de que alguien sienta empatía con nosotros o no.
La empatía es una resultante de actitudes que tomamos... no es casualidad o suerte. Nuestra forma de interesarnos por los demás, servir, nuestra conciencia política, las habilidades morales y más son las responsables de que alguien nos compre o nos rechace, por ejemplo.
Destreza para las relaciones: También son actitudes y no aptitudes. Podemos aprender de liderazgo ya que líder no se nace, se hace. Nuestro pensamiento puede ser asertivo ya que es una filosofía de vida sentirse dueño del accionar y no víctima de las circunstancias o la vida. Las relaciones con nuestros hijos dependen de nuestras acciones, al igual que las relaciones basadas en el amor.
Quizá es mucho lo que tenemos que aprender para subir nuestro EQ; la gran ventaja que poseemos, la que no tuvieron nuestros antecesores, es que ya sabemos lo que podemos aprender. Ya no son los que tienen más instinto para las relaciones los únicos que se podrán alzar con el éxito.
Mejorar las relaciones depende de cómo utilicemos las herramientas de la inteligencia interpersonal.

FRASE DE LA SEMANA
"La casualidad no tiene el control de nuestras relaciones, nosotros sí."
Diego A. Sosa

Coach, Escritor, Consultor y Conferencista