miércoles, 16 de julio de 2014

¿QUÉ HAGO CON UN CAMBIO?

Dicen que los cambios son de las cosas seguras, que siempre los tendremos y que cada vez son más frecuentes. ¿Por qué tendemos a temerles? Las vertientes son múltiples y lo importante es identificarlas.
A mí me ha tocado vivir en cuatro países, con 7 mudanzas sobre el Atlántico y adaptaciones a varias culturas. Puedo decir que me hice un profesional de los cambios al afrontar esos y otros tantos radicales por demás. Toda la historia y el método de adaptación a los cambios lo plasmé en mi libro ¿Forastero yo?
Cuando identificamos un posible cambio importante en nuestras vidas, nuestro sistema emocional nos pone en alerta. La tristeza aparece impidiendo cualquier tipo de euforia... El mecanismo de protección está activado y es lo mejor que nos puede pasar. En momentos de euforia es muy difícil ver los puntos negativos a enfrentar, no podemos tomar las precauciones necesarias... es como cuando uno está apasionado, en esos momentos no se ven defectos en la pareja.
Tomemos el ejemplo de una persona que pierde su empleo. El mismo sistema lo podemos acomodar a cualquier tipo de cambio importante que vayamos a vivir.
Nuestra pirámide de jerarquías que Abraham Maslow nos entregó dice que hay necesidades que debemos sentir cubiertas antes de querer cubrir otras. En nuestra zona de confort tenemos necesidades que ya hemos cubierto, los cambios hacen que temamos perder esas condiciones existentes. Si perdemos el empleo dejaremos de recibir dinero, perdemos un estatus en la sociedad y nuestras necesidades de autorrealización también se ven amenazadas, al sentir que perdemos parte del éxito logrado.
En principio, la emoción "miedo" que nos embarga nos está diciendo que tengamos en cuenta lo que nos puede pasar. Lo malo puede ser que tomemos el miedo como una amenaza y nos paralicemos, llevándonos hasta momentos depresivos. Lo ideal es que lo reconozcamos como un aviso y busquemos el camino para definir lo que es importante y las jerarquías que debemos cubrir primero.
Hacer un plan para no quedar al descubierto en las necesidades es uno de los primeros pasos que damos en los Coaching de manejo de cambios que hago con mis clientes. Trabajamos la inteligencia emocional para que puedan entender sus emociones y hacerse cargo de sus reacciones.
Claro está que conseguir recolocarse en el mercado es una de las variantes que más hay que trabajar. Muchas veces las personas no quieren volver a emplearse... Lo importante en ese momento es dotarse de las herramientas necesarias para dejar de ser empleado y convertirse en profesional independiente, tan pronto sea el momento. El capital que reciben de liquidación no los hace emprendedores, tampoco negociantes, mucho menos empresarios. Habilidades de administración, ventas y capacidades para ofrecer servicio son imprescindibles si quiere ganarse la vida como independiente. Un acompañamiento en ese sentido es indispensable cuando guío a mis coachees.
En conclusión: Es necesario rehacer nuestra pirámide de Maslow para hacernos cargo del porvenir. Buscar el culpable de lo que pasó no nos hará crear nuestro futuro. La tristeza que nos moja es útil, no dejemos que nos inunde. Planifiquemos nuestros pasos haciéndonos cargo de lo que queremos crear sin ocupar nuestro pensamiento en justificar un pasado que no podemos modificar.

FRASE DE LA SEMANA
"El cambio puede llegar sólo; el futuro lo tenemos que generar nosotros."
Diego A. Sosa
Coach, Consultor, Escritor y Conferencista



No hay comentarios.: