sábado, 6 de junio de 2015

SABER COMUNICAR AUMENTA LOS INGRESOS


Hay personas que hablan bonito, suelen convencer o por lo menos nublar a los demás, pero eso no dura para siempre ni funciona con todo el mundo. Otros saben comunicar, quizá no con palabras bonitas pero sí con las adecuadas a cada momento y persona. Lo importante es hacer llegar nuestro mensaje si queremos que nuestras ideas o lo que vendemos nos generen ingresos.
Parte de la Inteligencia Emocional es la comunicación. Muchos creen que todo inicia cuando las palabras emanan, pero es mucho antes… cuando nos preparamos para hacer llegar nuestras palabras. Un gran vendedor sabe que si no hace empatía no importa lo bueno que sea su producto, la venta será muy difícil de realizar. Por eso muchos ladrones de calle nos embaucan, se hacen pasar por alguien de confiar y al final le echan mano a nuestra cartera sin que nos demos cuenta.
No quiero convertirlo en un ladrón fino; siempre he creído que una herramienta puede servir para lo bueno y lo malo… el martillo se inventó para clavar, quizá para hacer casas, lamentablemente algunos rompen con él cabezas.
Mi intención es que usted pueda comunicar de tal manera que: Ascender en el puesto de una empresa le sea más fácil; vender le sea más productivo; criar le sea más efectivo… en fin, que no importa qué quiera comunicar, lo importante es que su mensaje llegue y usted consiga lo que quiere.
En ocasiones pensamos algo que es genial, pero de ahí a que las personas lo pongan continuamente en ejecución hay un largo trayecto. Es que: Pensarlo no es decirlo; dicho no es entendido; entendido no es acordado; acordado no es ejecutado; ejecutado no es aprendido y aprendido no es ponerlo en práctica siempre… O sea, el mensaje tiene que llegar de una forma que la tarea se ejecute cada vez que sea necesaria y no sólo cuando lo decimos.
El truco está en la forma de pensarlo, más que en lo que decimos. Preparar lo que vamos a decir no es tan importante como estar realmente convencido de que lo que lo que vamos a vender (puede ser una idea) debe beneficiar a los que comprarán. Insisto, los encantadores de serpientes (los habla-lindo) no llegan demasiado lejos ni le llegan a todo el mundo. La idea es pensar en los demás. Luego nos ocupamos de la estructura de lo que diremos, puede ser una alocución o la exposición de una simple idea.
Una vez sabemos cómo lo diremos (incluyendo saber a quién debemos convencer y el tiempo que tenemos) es el momento de hacer la entrada triunfal. Un inicio débil no despertará la atención y después tendremos que explicar varias veces lo que ya dijimos pero que no fue escuchado.
La estructura de nuestra presentación debe ser lógica para que los demás puedan seguirnos, los debemos llevar a donde queremos y al final darle la solución a la situación. El cierre debe ser enfático y poderoso, de lo contrario, se perderán los conceptos explicados. En mi libro Ventas, Retórica y el lenguaje Corporal está todo explicado por completo. Le aseguro que con el manejo de la comunicación podrá crecer exponencialmente en su vida profesional y convencer a más personas con menos palabras.

AVISO:
En mi próxima estadía en julio en la República Dominicana impartiremos el taller abierto de Retórica para Ejecutivos: El arte de convencer con la palabra hablada y escrita. Informaciones en: www.DiegoSosa.info/CursoRetorica.htm 

lunes, 1 de junio de 2015

LA DISCIPLINA SUELE LLEVAR AL ÉXITO

Hace unos días hice un viaje por carretera con mi hijo mayor; como siempre, aprovechamos para filosofar un poco. No hace mucho me recomendó el libro Willpower, en español sería algo como “Fuerza de Voluntad”, de Roy Baumeister y John Tierney. Dicho libro trata en algunas partes la importancia de la disciplina por encima de muchas otras herramientas que existen para tener éxito.
En el libro habla en un capítulo sobre la disciplina que tienen muchos países asiáticos, y comenzamos a analizar los pros y los contras de las vertientes. Por un lado, estar enfocados en lo que uno quiere alcanzar nos da una gran ventaja competitiva. Mi hijo tomó el ejemplo de un empresario chino cuyos padres enseñaron desde pequeño a trabajar y a enfocarse en tener éxito en los negocios. Él cuenta en el libro cómo atribuye todo lo realizado a esa temprana enseñanza y se compara con los compañeros y amiguitos que al final de cuenta no tuvieron tanto éxito como él. Cuando tenía tiempo libre trabajaba en el negocio del padre, mientras sus compañeros jugaban.
Recuerdo un reportaje que vi en la televisión de España sobre los nuevos ricos en ese país. Después de la crisis ha surgido una colonia de chinos que poco a poco han comprado lujosos apartamentos y una gran cantidad de empresas y negocios. La mayoría ha llegado a la península ibérica sin dinero, en dos años de sacrificio y trabajo duro han reunido un capital suficiente para su propio emprendimiento y ponen su propio negocio. El documental es digno de ver, lo puede encontrar en Youtube: El secreto de los nuevos ricos, los chinos.
Mi hijo me explicaba que los chinos tienden a reprimir sus emociones y por eso no podemos saber si un empresario exitoso chino está feliz con la vida que lleva. Y es que he visto muchos que tienen su vida realizada pero siguen trabajando de sol a sol.
Continuamos analizando y pudimos observar que la mayoría de migrantes en varios países que se dedican a ser empresarios terminan sus vidas como los chinos antes mencionados.
Una cosa nos quedó clara en este análisis; definitivamente la disciplina y la fuerza de voluntad son factores comunes de la mayoría de las personas con éxito. Recorrer un camino con tenacidad puede llevar al éxito, pero ser persistente en el camino correcto es lo que determina la estabilidad perpetua de un emprendimiento.
La pregunta que me surgió fue: ¿Tener éxito en los negocios es igual a tener éxito en la vida? Podemos filosofar por horas sobre lo que es el éxito, lo que me gustaría es que cada uno defina lo que quiere que sea su éxito de vida, como explico en mi libro Alcanza la Cumbre.

FRASE DE LA SEMANA
“Para seguir un plan, primero hay que hacerlo; para llegar a la meta, hay que recorrerlo”.
Diego A. Sosa

Coach, Consultor, Escritor y Conferencista