sábado, 30 de julio de 2016

¡QUIERO SER RICO!

Medir la riqueza es algo que puede tornarse muy difícil. En Noruega el que gana menos de dos mil dólares al mes es considerado pobre. Conozco países donde en ese nivel son considerados ricos. También sé de personas en algunos países que piensan que con esa cantidad mensual serían ricos, mientras otros se consideran noruegos… o sea, piensan que ganando “tan poco” se morirían de hambre.
Muchas personas se encuentran viviendo en lo que consideraban riqueza algunos años atrás, pero siguen pensando que deben hacerse ricos… trabajan duro, no disfrutan las libertades que lo adquirido les ofrece y siguen creyendo que deben trabajar más fuerte y ganar más dinero para un día ser ricos.
La pregunta que debemos hacernos es: ¿Qué es rico para mí? No solo lo piense, anótelo bien, en un lugar que no lo pierda. Así cuando alcance esas metas quizá logre sentir la felicidad de haber conseguido lo que parecía tan lejano. Veamos algunos ejemplos de informaciones que debe asentar:
Mis ingresos: ¿Cuánto considera que debe ser el ingreso que representa estabilidad para su situación económica? Por año habrá devaluación e inflación. Sume ese porcentaje al monto que hoy piensa sería su buena vida. Por ejemplo, si la devaluación por año es de 3% y la inflación 3%, tendrá que al año sumarle 6%. Si considera que su monto ideal es $100 000 al mes, por ejemplo, y cree que en 10 años lo debe alcanzar, tendrá que calcular 6% acumulado 10 veces. En este caso arroja un total de 79% de crecimiento. Su número mágico en diez años es $179 000.
Educación propia y de los hijos: Ser rico puede significar para muchos tener acceso a un nivel educativo específico. Puede ser universidad o postgrados para usted o sus descendientes, es hora de listar las aspiraciones. Lo más importante es que cuando quiera medir si es rico, según sus creencias de hoy, sepa si alcanzó las expectativas educativas que tenía.
Vacaciones: Dónde y tiempo. Una de las cosas que más se observa en los llamados ricos es cómo pasan su tiempo de receso. La distancia o costo del viaje da una idea. El tiempo que pasan en esos lugares y la frecuencia tiende a mostrar también qué tan ricos son… según la forma clásica de verlo.
Clubes sociales: Los ricos se mueven en una sociedad específica. Alcanzar la aceptación en esos clubes o practicar algún deporte en específico es un clásico punto de medición. Si aspira alguno, enlístelo.
Vehículo: Lamentablemente, para muchos un símbolo, si quiere ponga en su lista el transporte que tendrá estacionado en su garaje.
Vivienda: Puede ser adecuada o suntuosa, lo importante es que si quiere ser rico debe tener su meta bien clara para que al alcanzarla sienta que puede vivir sin estrés por hacerse rico.
Capital acumulado: No sirve de mucho tener ingresos y bienes que se devalúan si no podemos invertir dinero para obtener ingresos pasivos. ¿Cuánto considera que debe acumular para sentirse rico y poder mantener luego su nivel?
Alcanzar las metas con dinero prestado no es lograrlas. En mi libro Arco Iris Financiero explico con más detalles cómo llegar a lo que desea.
Ser rico es cuestión de comparación, para mí no es importante serlo, sino conseguir la libertad financiera, que es poder vivir sin la necesidad de trabajar… aunque decida seguir laborando.

FRASE DE LA SEMANA
“Si cree que ser rico es bueno, hágase libre financieramente para que sepa lo que es fantástico”
Diego A. Sosa

Consultor, Coach, Conferencista y Escritor

jueves, 28 de julio de 2016

NO DECIR ALGO QUE NO SERÁ OLVIDADO (Audio)


La idea no es guardar silencio, sino pensar las cosas de manera asertiva para conseguir los objetivos deseados. Más en mi audio de esta semana.




El tema por extenso lo puedes tener en mi libro: Migomismo - Su Inteligencia Emocional Interna

Por:  Diego A. Sosa

martes, 26 de julio de 2016

LA TRAMPA DEL ÉXITO

No es mía esta frase o principio; la he visto atribuida a varios autores, por lo que no puedo decir aquí quién es el dueño real. Refiere cómo algunas personas y empresas triunfan y luego se acomodan, lo que termina cavando su propia tumba de éxito.
Tengo un cliente que ha sido triunfador desde pequeño. Salir de la pobreza y crear una empresa que da de comer a muchas familias es un referente en cualquier lugar. Ahora en la empresa luchan contra la corriente que trata de llevárselos. Se aferran a su triunfo, a la fórmula que hizo al fundador ganador.
En primera instancia podría verse así, pero la realidad que veo es que su éxito no es lo que tiene, la composición de su negocio no es la carta triunfadora, sino lo que hizo que su negocio triunfara… estar siempre buscando soluciones para los clientes del lugar, no el negocio como tal.
Muchas personas luchan para conseguir un buen empleo, batallan para subir en la institución y al llegar a una cúspide solo lidian para aferrarse a esa posición. Aquí vemos de nuevo el caso: lo que los llevó a esa zona fue su espíritu de superación, la lucha constante por una mejor posición y demostrar la capacidad de mejora constante… no la posición en sí.
El principal problema es haber creado una zona de confort amurallada cuando el triunfo fue alcanzado. Una pared inflexible aparenta en primera instancia una seguridad de afuera hacia dentro; por otro lado, no nos permite crecer. El lugar dentro se reduce cuando crecen las necesidades y el aire se reduce.
Cuando no nos gusta algo que sucede o podría suceder, una útil emoción nos avisa que debemos hacer algo para cambiar o afrontar el cambio que se aproxima, el temor. Como explico en mi libro Migomismo todas las emociones son útiles, está en nosotros entenderlas y sacarles el provecho que ellas quieren que les saquemos.

Volver a los inicios es lo que recomiendo; pensar una y otra vez en la fórmula triunfadora… la real, la que nos hizo exitosos, la que nos ayudó a generar los cambios o a hacernos cargo de los que llegaron. ¿Puedes ver en tus inicios cuáles acciones te dieron buenos resultados y adaptarlas al hoy para generar cambios en lo que no estás conforme como es?

Consultor, Coach, Escritor y Conferencista