sábado, 20 de diciembre de 2014

ESTRÉS POR CAUSA DEL DINERO


Podríamos considerar que no tener suficiente dinero causa estrés. La pregunta puede ser: ¿Cuánto es suficiente? Quizá lo que gana el que recibe más que nosotros. ¿O quizá un 20 o 30% más de lo que gano? ¿Ha pensado que muchos millonarios viven estresados por causas financieras? No diría que el dinero en sí es causante del estrés, sino nuestra actitud.
Tomaré varios escenarios para analizar este factor que causa tantas enfermedades en nuestra sociedad moderna; pienso que si no lo llegamos a entender, terminará siendo uno de los principales causante de desaparición temprana de nuestros habitantes. ¿No me cree? Piense en los ataques al corazón, los suicidios por depresión, muchos accidentes de tránsito, las adicciones por abundancia de dinero, etc. Las consecuencias son realmente mortales, tanto para el involucrado directamente como para varios miembros cercanos de su familia.
Conseguir lo básico: Cuando nuestras necesidades básicas y de seguridad no están cubiertas o peligran si los ingresos no llegan, estamos viviendo en "supervivencia mode".
No tener suficiente dinero: La palabra suficiente la busqué con mucho cuidado. Decir "poco dinero" podría resultar ambiguo. Las personas no se conforman con lo que ganan y buscan más… eso es muy bueno, de lo contrario tendríamos una sociedad de conformistas que terminan siendo fracasados. Lo importante en la búsqueda de más es entender que lo que logramos es suficiente para ser feliz. Si no, tampoco lo seremos con lo que lograremos. Es que la felicidad que andamos buscando es tener más, no disfrutar de lo que con tanto trabajo hemos logrado. El dinero nunca será suficiente porque las necesidades del humano nunca estarán cubiertas al 100%, las necesidades de autorrealización son de déficit, siempre estarán y mientras más las satisfacemos más crecen.
Competir con la sociedad: ¿Cubrimos nuestras necesidades básicas y de seguridad? Nuestro cerebro se tranquiliza y sale del modo de supervivencia. Ahora las necesidades sociales toman un rol prioritario. Dependiendo de si tenemos descendientes o no será nuestro comportamiento. Pensar en el futuro de nuestros vástagos es una función prioritaria; antes era mantenerlos vivos los primeros siete años, ahora es llevarlos a una carrera universitaria y posicionarlos en un excelente carril para el inicio de su carrera, o sea, colocarlos en la más alta escala social posible para hacerles la vida más fácil.
Tenemos suficiente dinero, pero eso no es suficiente: En lo más alto de la pirámide de las necesidades de Maslow están las de autorrealización. Nuestro cerebro siempre tiene hambre de cubrir estas necesidades. Tener el reconocimiento de los demás es una cosa, estar conformes con lo que tenemos es otra. La adicción al éxito y el triunfo nos lleva a un punto de ambición sin límites. Hay gente que sin trabajar nunca dejarían de vivir superbién, pero no paran de buscar dinero.
Como vemos, no importa cuánto dinero se gane o se tenga el estrés por la búsqueda del mismo siempre puede estar presente en nuestro día a día. Adecuar nuestros gastos a menos de lo que recibimos, hacer una previsión para emergencias y crear un patrimonio para tener ingresos pasivos en nuestro retiro es lo que llamo una filosofía anti estrés financiero que nos permite disfrutar lo logrado.
La mayoría de las personas no logrará una tranquilidad absoluta, pero le aseguro que por más dinero que tenga tampoco la logrará.

FRASE DE LA SEMANA
"La búsqueda de más dinero no lleva a la felicidad; disfrutar lo logrado, sí."
Diego A. Sosa

Conferencista, Coach, Consultor y Escritor

lunes, 15 de diciembre de 2014

DESPUÉS DE SALUDAR SIGA SONRIENDO

TAREA DE LA SEMANA



Saludar es una de las buenas costumbres que los padres tratan de inculcarnos desde muy pequeños. Es parte de la sociedad y sumamente importante para lograr empatía, herramienta esencial de la inteligencia emocional, como detallo en mi libro Migomismo II es la inteligencia más importante para el éxito real.
Es una pena saludar sólo por ser buena costumbre. Es que un saludo con una sonrisa nos da más a nosotros que a los demás. Brindar una sonrisa acartonada no causa buena impresión ni logra empatía, pero peor, no nos hace bien a nosotros, estamos siendo hipócritas... nuestro interior se retuerce.
Si quiere que la sonrisa que entrega sea real, logre empatía y le haga bien a su alma, simplemente siga sonriendo después que la persona no le está viendo. Verá cómo su rostro se ilumina y su ser se regocija. Feliz semana.

FRASE DE LA SEMANA
“Cuando quiero hacer algo por los demás indago cómo me hago bien a mí.”
Diego A. Sosa

Coach, Consultor, Escritor y Conferencista