sábado, 1 de octubre de 2016

QUERER, CREER Y PODER

El dicho de “querer es poder” a juzgar por la gente que no logra lo que quiere me parece que no siempre funciona. Sé que una fuerte convicción mueve montañas, pero prefiero pensar que “creer es poder”.
Muchas personas no hacen ni siquiera el esfuerzo de querer. Bueno, dicen que quieren, pero no hacen absolutamente nada para alcanzar su deseo.
El asunto es bien profundo. Tenemos un sueño, pensamos que merecemos alcanzarlo. Lo convertimos en un deseo y así sabemos que estamos queriendo alcanzarlo. Como esta columna es de economía personal, me concentraré en los sueños que se alcanzan con dinero; sin embargo, puede darle el mismo tratamiento a cada deseo que tenga, así lo convertirá en  realidad.
Nuestro sueño tiene un precio y un valor, muchos aún no saben que no es lo mismo. Como el precio está puesto en moneda es fácil entenderlo. El valor lo asignamos cuando decidimos lo que vamos a “sacrificar” para alcanzarlo. Sí, sacrificar entre comillas; para mí hacer algo, o dejar de hacer otra cosa, para lograr lo que quiero no lo considero un sacrificio, sino una inversión.
Si tengo que trabajar más para tener el dinero, o aprender cómo ganar más trabajando el mismo tiempo la cosa cambia. No estaremos quedándonos en “querer”. Le hemos puesto valor a nuestro sueño. Decidir guardar dinero mensualmente para alcanzar lo que queremos es parte del querer bueno, no del simple deseo de que las cosas nos lleguen porque nos las merecemos.
Pienso que solo querer no define lo que debemos hacer. Prefiero pensar que debemos pasarlo a un escaño más poderoso, debemos “creer” que podemos alcanzar lo que nos interesa. Veamos algunos pasos a dar si queremos creer para poder.
Defina su sueño: No solo ver lo que quiere tener, debe definirlo bien. Un viaje debe tener, además del lugar de destino, el tiempo que quiere pasar, con quién irá, etc. Una casa debe estar en un vecindario, tener un tamaño aproximado, contar con seguridad, etc. Para poder realizar el sueño debe verlo por completo… escríbalo para que no se le desvanezca.
Calcule cuánto le costará: Ahora que visualizó su sueño por completo puede ponerle números. No olvide que existen imprevisibles, también a ellos ponga un número. Y para los imprevistos (o sea, lo que sucederá pero que no sabe cuánto costará) debe también asignar una cuantía.
Revise cuánto puede apartar mensualmente para lograrlo: Es casi seguro que no podrá sacar todo el dinero del ingreso de un mes. Divida el monto total entre esa cantidad que puede asignar mensualmente. El resultado será los meses que necesitará para llegar. Si le parece mucho tendrá que aumentar sus aportes.
Vea las opciones de ganar extra para dedicarlo al sueño: Si con el paso anterior no le alcanza es hora de invertir en su sueño. No recomiendo que si tiene que utilizar tiempo extra sea por siempre. Pero seguir capacitándose para ganar más dinero sí es una recomendación perpetua.
Haga su plan de cómo ahorrará: Deberá abrir una cuenta de ahorro separada, ella recibirá todos los aportes descontados de su cuenta de ingresos de manera automática. Será casi prohibido tocarla.
Ahora que ya tiene un plan, ha visto que es posible realizar el sueño y sabe que puede hacer la inversión necesaria para llegar a él, le puedo decir que ya cree en que puede convertir su sueño en realidad, entonces ahora: CREER ES PODER.

FRASE DE LA SEMANA
“Si quiero, es simplemente un sueño; si creo, sé que puede ser realidad”

Consultor, Coach, Conferencista y Escritor

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