De vez en cuando nos llega un dinero complementario, como un
bono. Si tenemos deudas posiblemente nos entre la duda de qué hacer con él.
Ahorrarlo es una gran posibilidad, pero pagar lo que debemos es posible que sea
también una excelente idea.
Tener un dinero ahorrado nos da una cierta tranquilidad porque
podemos enfrentar posibles emergencias. Tener menos deudas nos ayuda contra el
estrés. Pero el análisis que les hago a mis asesorados o participantes en las
conferencias y seminarios es el siguiente, que depende de diversas situaciones.
-Para el que tiene
deudas de negocios: Si los intereses que paga son menores que el porcentaje
de ganancia que tiene en su negocio, lo mejor es poner el dinero a producir y
seguir pagando las deudas poco a poco. Si los intereses que está pagando son
muy altos y su negocio no necesita más capital, lo mejor es comenzar a pagar
las deudas de manera más acelerada.
-Para el que tiene
deudas de inmuebles: Mientras más rápido las pague mejor. Lo que pagamos de
intereses es más alto mientras más tiempo falta por pagar. No tenemos que erogar
todo lo que recibimos, pero recomiendo utilizar una parte de los ingresos
extras cada vez que lleguen. No para bajar el monto de la cuota, lo importante
es que disminuyamos considerablemente el tiempo de nuestro préstamo.
Multiplique los meses que dejará de pagar por la cuota que tiene y tendrá una
idea aproximada de cuánto se ahorrará.
-Para el que tiene
deudas de consumo: Si no necesita el
dinero para ponerlo a producir más de lo que le cobran de intereses, es
recomendable tomar todo el dinero y pagar parte de la deuda. El gran
inconveniente de las personas que construyen deudas de consumo es que, por lo
general, no tienen hábito de ahorro y tampoco tienen paciencia para esperar el
momento oportuno para hacer sus compras. Este comportamiento los lleva a
utilizar cualquier dinero extra en comprar bienes o servicios que no cubren
necesidades prioritarias… el resultado de no pagar las deudas con el dinero
extra por pensar que lo ahorrarán será más compras por decisiones emocionales y
no racionales.
Un factor importante a tomar en cuenta lo constituyen las
oficinas de información de crédito. Nuestra imagen crediticia es determinante
para tomar la mejor decisión. Cuando pensamos en el peligro de una emergencia
económica nos preocupa no poder hacerle frente. Pero no es tan difícil
afrontarla si una institución financiera está dispuesta a prestarnos dinero. Lo
cual sucede si mantenemos una imagen que nos represente.
No tener ahorros para las emergencias eventuales es una buena
decisión sólo si utiliza el dinero para salir rápidamente de las deudas… no si
lo usa para gustos superfluos. Salir de las deudas es primordial para unas
finanzas sanas.
Las deudas pueden ser un gran camino para lograr cosas o salir
de situaciones que no podemos prever, pero lo más importante, como explico en
mi libro Arco Iris Financiero, es salir de ellas a la brevedad y adelantarse a
lo que vamos a necesitar, haciendo un ahorro programado que convertiremos en
nuestro capital y caminando paso a paso hacia la libertad financiera.
FRASE DE LA SEMANA
“Cuando no pagamos
deudas, pagamos más y vivimos con menos.”
Diego A. Sosa
Coach, Consultor,
Conferencista y Escritor
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