lunes, 11 de agosto de 2014

¡CÓMO SACARLE PROVECHO AL MIEDO?

En la primera entrega de este tema expliqué lo que origina la emoción llamada miedo y para qué nos ha servido en el proceso evolutivo. En esta segunda entrega me dedicaré a ejemplos prácticos en diferentes ámbitos de la vida diaria. La idea es que cada lector pueda traducirlo a cosas que le pasan y pueda sacarle provecho por sí mismo, no sólo a los ejemplos propuestos, sino a muchas otras situaciones cotidianas.
En la oficina: No cumplir con las metas se ha convertido en un terror para muchos, por ejemplo. El problema es que no estamos seguros de cómo llegaremos a ella porque la vemos inalcanzable. Divida la meta mensual en metas diarias y haga un plan para alcanzar cada una. No se entretenga con cosas que pueden quitarle tiempo para alcanzarla y piense que cada día es el último del mes. ¿O no estamos a fin de mes totalmente concentrados para lograr lo que nos falta? Si no se distrae en el camino, no tendrá que temerle al cierre porque mucho antes habrá alcanzado el objetivo. El miedo en el trabajo le alerta para situaciones que siente no están bajo control, quizá necesita aprender más de algún tema... aprenda.
Con la pareja: Podemos temer perder a la persona que amamos. Quizá el temor sea a una represalia o a una reacción. En cada situación esta útil emoción nos está diciendo que no tenemos el control. Busquemos lo que crea la inseguridad y corrijamos la fuente. Puede ser falta de comunicación asertiva... lo mejor es ponerse los dos en la misma frecuencia y buscar el diálogo para corregir malos entendidos. Si pensamos que hicimos algo que no agradará, es el momento de dejar de hacerlo o buscar la forma de llegar a un acuerdo.
Con los hijos: Por ejemplo, el miedo a que les pase algo por inexperiencia. No podemos implantarles la experiencia, mucho menos acompañarlos todo el tiempo para decirles lo que hagan. Sabemos lo que hicimos de muchachos y lo que han hecho otros jóvenes. Podemos conversar con ellos y ponerlos al tanto de los errores que se pueden cometer y hasta explicarles que los cometimos. Lo importante es que entiendan por qué lo hacemos y las consecuencias que puede traernos.
Con los padres, abuelos y mayores queridos: Miedo a perderlos, por ejemplo. Nadie es eterno. El miedo nos entra, pero no podremos evitar la partida. Tratemos de cada vez sea posible disfrutarlos y hacerlos disfrutar. Dé felicidad en vez de separarlos de sus días. No debemos creer en el tiempo de calidad, sino en dar más tiempo... siempre será de calidad máxima... Excusas hay demás para no visitar a los mayores, pero la realidad es que no llegan a ser ni disculpas.
En el tránsito rodado: El miedo no debe convertirnos en agresores ni en conejitos asustados. Debemos tomar precauciones e incrementar nuestras experiencias. No ponernos agresivos no significa que somos cobardes, simplemente estamos viviendo mejor... los pleitos y el estrés destruyen nuestra calidad de vida.

Si no ha podido leer la primera parte, puede ir a mi blog donde está publicada, al igual que todas mis otras publicaciones escritas, videos y audios. También puede leer el libro Migomismo – Su Inteligencia Emocional Interna donde está desarrollado el tema de las emociones por extenso.


FRASE DE LA SEMANA
"Cuando encuentro lo que me causa miedo y actúo sobre ello, estoy en el mejor camino emocional."
Diego A. Sosa
Coach, Escritor, Consultor y Conferencista


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