La motivación es una de las áreas más buscadas en los
ambientes laborales. Muchos quieren conseguir un equipo lleno de personas
motivadas. En las áreas comerciales, por ejemplo, consiguen un líder que cada
mañana le recuerde sus metas y lo que deben hacer a los integrantes de la
manada. Los llenan de energía y los envían para la calle. Otros contratan un
jefe que tenga mucha habilidad con su fusta y le apoyan cuando da latigazos
verbales para que nadie se duerma en sus laureles y cada día logre un pedacito
de su meta para llegar a fin de mes con los resultados esperados.
Muchas veces contratan a un conferencista, como a mí, para que
motivemos a todo un equipo con una charla “motivacional”. Las más buscadas son
las que cuentan una historia de éxito, si es propia mucho mejor. Hay que
decirles a los participantes que ellos lograrán lo que se propongan: “Tú puedes”,
es la consigna. Una hora de pura energía deben bastar para dejar a las personas
emocionadas y motivadas. La pregunta es: ¿Por cuánto tiempo?
Esas charlas las llamo de “energización”, lo único que
consigue es hacer que las personas que la escuchan conozcan una historia más de
éxito, si no es que la conocían y salgan a la calle a tratar de traducir esa
historia a lo que es su vida propia... bueno, a decir verdad la empresa quiere
que conviertan la anécdota del charlista en una historia para la empresa, no
para ellos.
El problema de los sistemas de motivación que plantee en los
párrafos anteriores es que son externos. Los objetivos son para el bien de otro
y las personas tienden a rechazarlos después de muy poco tiempo. La motivación
externa tiende a no ser duradera.
Pensemos un momento: ¿Por cuánto tiempo puedo estar motivado
si mi objetivo es que la empresa de otro logre sus objetivos? ¿Cuánto me durará
la motivación cuando me de cuanta que la historia de éxito de otro no encaja
con mi vida?
Me preguntará entonces que cómo debemos lograr motivar a los
demás. Mi método es darle las herramientas para que él se automotive.
Si puedo lograr que las personas tengan un objetivo personal
conseguiré que se miren al espejo cada mañana y decidan lograrlo, andando su
camino propio trazado para su propósito individual. De lo contrario las
personas entran en la zona de confort y será muy difícil moverlos fuera de
ella. Y sin salir de dicha área es muy peliagudo lograr resultados extraordinarios
y duraderos.
Lo primero que debemos hacer para estar motivados es tener
sueños. Siempre los hemos tenido, dejamos algunos, perseguimos otros y muchos
los posponemos. Lo más importante después de ver el sueño es despertar. Es hora
de decidir si lo queremos realizar, cuándo comenzar y cuándo alcanzarlo.
Una vez tengamos el plan es hora de conseguir las
herramientas. Muchas veces es dinero lo que necesitamos, entonces llegó el
momento de hacer el plan para conseguirlo, o lo reunimos ahorrando y luego
invirtiendo, o buscamos otra fuente de ingresos. Pero lo importante es conseguir
la herramienta para lograrlo.
Muchas veces necesitaremos tiempo para lograr nuestro sueño. No
en el sentido de posponerlo para otro momento, sino de que posiblemente nos
llevará tres horas a la semana. Quizá sabe cómo conseguirlas, o me puedo
imaginar que piensa que no dispone de ese tiempo. Le diré que no sea papagayo,
sino águila, o sea, no busque excusas sino respuestas. No diga “no se puede”,
sino pregúntese “¿cómo se puede?”.
FRASE DE LA SEMANA
“El que encuentra una
solución para cada problema es el que alcanza sus sueños.”
Diego A. Sosa
Coach, Escritor,
Consultor y Conferencista
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