EXPRESAR MIS SENTIMIENTOS
¡Los hombres
no lloran! Es uno de los tantos ejemplos que condicionan a no expresar los
sentimientos. Una cosa es llorar sin
motivos, otra es dejar salir el sentimiento de impotencia o de felicidad que
nos arrope.
Sí, muchas
veces tampoco expresamos nuestros sentimientos positivos. Generalmente, los hombres somos programados
para no expresarnos. Anteriormente podía
ser cuestión de vida o muerte mostrar a nuestro enemigo el miedo en nuestra
cara. Por otro lado, podemos no
conseguir lo mejor de un trato si nuestra cara muestra la alegría por una
oferta que nos hagan.
La sociedad también
condiciona la demostración de nuestros sentimientos. La rabia, la impotencia, el amor, etc., nuestras
expresiones con frecuencia deben ser ahogadas.
No todo se
debe expresar, o mejor dicho, no todo vale la pena expresarlo. Pero muchas cosas deberíamos poder decirlas,
ya sea en otro momento o a otra persona.
No es que descarguemos nuestra rabia con otro, sino que es posible
conseguir a alguien que nos comprenda para expresar una impotencia que sentimos
por algún acto injusto… por ejemplo.
A muchos nos
ha tocado vivir regímenes autoritarios; nos autocensuramos o nos tratan de
poner una mordaza por el miedo a que algo nos pase. La impotencia nos arropa y la rabia termina
carcomiéndonos. ¿Por qué guardarnos los
comentarios? Si el daño que nos hace es
menor que el bien que causa, entonces hay que expresarse.
Decir a
alguien que uno le ama es parte de lo que muchas veces no hacemos… Principalmente, los hombres pensamos que es
más importante lo que demostramos que lo que podemos decir. Expresar cariño a nuestros hijos los une sentimentalmente
más a nosotros. Como consecuencia,
tendremos una mejor relación y una comunicación más fluida.
Expresar las
cosas que no nos gustan, las acciones de los demás que no nos agradan, etc., también
son parte importante de nuestras expresiones de sentimientos. Puede ser que no sea tan importante compartirlo,
entonces, es el momento de entender la poca importancia y apartar ese mal
sentimiento de nuestro actuar. Si es
importante, entonces es importante saber cómo expresarlo… mejor con la razón
que con el corazón. Sin dañar, pero
decirlo.
La idea es no
sufrir por lo no dicho y disfrutar el compartir lo bueno que sentimos. Un buen sentimiento compartido es mucho más
delicioso.
Más sobre la
calidad de vida en mi libro:
·
Mi Binomio
FRASE DE LA SEMANA
“No decir lo malo que siento
puede no dañar una relación; decir lo bueno que siento, la hace crecer.”
Diego Sosa
Consultor, Coach y Conferencista
dominicano
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