lunes, 2 de agosto de 2010

¿ROMPER PARADIGMAS?


En estos últimos meses he vuelto a escuchar con frecuencia un tema que se puso muy de moda al final de los años noventa y que sirvió para consultores hacer mucho dinero en los primeros años de este siglo. “Romper Paradigmas” es una frase qué se le ha dado un significado en sicología y administración, pero que con su etimología no tiene nada que ver ya que un Paradigma no es más que un ejemplo.
Esta filosofía que se quiso imponer ya hace más de una década, no dio resultados positivos duraderos. Los consultores hicieron un trabajo, cambiaron todo... lo que no resultó fue “culpa” de los que no quisieron adaptarse a los cambios. Al final le dejaron el problema a los que quedaron. Estos fueron los que llevaron la empresa hasta donde estaba, los que la hicieron crecer y los que la convirtieron en grande e importante antes que a alguien se le ocurriera la genial idea de que había que cambiarlo todo, como que todo lo que se había hecho estaba mal.
Llegué a escuchar hasta barbaridades como: “Hay que aprender a desaprender lo aprendido”. Es tan absurdo todo el proceso, que le piden a las personas que se olviden de todo, que sean personas nuevas, que rompan paradigmas y esquemas, pero que acepten lo que se les está dando como la verdad más absoluta de las verdades, o sea, un nuevo y enorme paradigma. No entiendo, si debo ser revolucionario, ¿entonces debo cuestionar también lo que se me está ofreciendo? La verdad fue que cada una de esas teorías no pudo sobrevivir más de media década.
La realidad es que las empresas llegan a un punto y cuando quieren crecer más lo ideal no es cambiar, sino evolucionar. Por lo que invito siempre a mis clientes a un proceso evolutivo y no de cambio. Y ese proceso es constante.
Por lo visto, después de la crisis financiera mundial (en gran parte causada por esos procesos de cambio ideados por los consultores) se está tratando de volver a vender lo mismo que hace una década se implementó y ya estamos seguros que no funcionaba. Es que un proceso de cambio le quita la motivación a los que han logrado hacer una gran empresa, porque le quita valor a lo que se ha logrado. Mientras que un proceso evolutivo le otorga los méritos a los colaboradores y a los clientes, logrando un integración y colaboración.
Ya vi como las empresas gastaron sumas impresionantes en un proceso de cambio y al final buscaron charlistas para subirles la motivación a los colaboradores... entonces estaba claro que el proceso estaba hecho sin considerar lo más importante de una empresa, su personal. Como se dice popularmente en el área rural, “son lo último que mete la vaca al monte”. O sea, al final hay que tratar de contar con ellos.
Ya por mis escritos y libros las personas saben que no creo en la motivación externa, sólo erijo la automotivación. Muchas veces quieren que me pare frente a cientos de personas a decirles que sí se puede y a pintarles pajaritos en el aire, como que eso funcionará para que las personas acepten todo lo que se les quiere imponer. A lo que me rehúso, porque sé que la motivación sólo dura cuando el individuo puede cubrir necesidades internas... sólo una motivación interior puede mantener el fuego encendido por mucho tiempo... aunque desde fuera necesite un viento que avive las brazas de vez en cuando.
¿Qué podrá hacer el que le toque vivir nuevamente estas viejas e inoperantes teorías? En mi tierra hay un dicho que reza: “Amarre el caballo donde el dueño le diga, aunque se ahorque”.
Sí, ya sé... no es tan fácil, existen sentimientos que entran en juego. Pues le digo que lo único que le servirá es buscar una cajita de lo más bonita, abrirla y guardar esos bellos sentimientos que tiene hacia la empresa y sus clientes; pronto los necesitará nuevamente, por eso tienen que estar muy bien guardados. Si trata de utilizarlos ahora, por lo regular sufrirá mucho, llegará agotado a su casa (cuando lo dejen llegar) y su familia sufrirá más.
Tomar el proceso sin emociones es la mejor recomendación que le puedo dar, recuerde que buscarán un chivo expiatorio... porque los que venden la idea y los que las compran, “no son responsables” de la inoperancia de la misma, sino los que se enfrentan a la realidad. Si sus emociones entran en juego, posiblemente usted salga de él.
Si está parado en la estación del tren, cuando el vagón abra las puertas tendrá dos opciones, o entra, o ya sabe que sólo llegará más tarde. Disfrute lo nuevo aunque en apariencia no tenga nada para disfrutar, las cosas nuevas sólo son eso, algo nuevo; a lo viejo no regresará. Cada día nos regalan 24 horas, cada semana 7 días... Vamos a vivirlos, la cuenta sigue abierta.

Nos vemos en la próxima entrega.

© Ing. Diego A. Sosa. Escritor, Conferencista, Consultor, Coach y Facilitador de Empresas y Profesionales. Owner Mercurio Entrenamiento y Consultorías S. A.

e-mail: Diego@DiegoSosa.info
WEB: www.DiegoSosa.info

FRASE DE LA SEMANA
“Romper paradigmas no es más que crear nuevos paradigmas; qué dilema”.
Diego Sosa
Escritor, Coach y Conferencista dominicano

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