Hay personas que hablan bonito, suelen convencer o por lo
menos nublar a los demás, pero eso no dura para siempre ni funciona con todo el
mundo. Otros saben comunicar, quizá no con palabras bonitas pero sí con las adecuadas
a cada momento y persona. Lo importante es hacer llegar nuestro mensaje si
queremos que nuestras ideas o lo que vendemos nos generen ingresos.
Parte de la Inteligencia Emocional es la comunicación.
Muchos creen que todo inicia cuando las palabras emanan, pero es mucho antes…
cuando nos preparamos para hacer llegar nuestras palabras. Un gran vendedor
sabe que si no hace empatía no importa lo bueno que sea su producto, la venta
será muy difícil de realizar. Por eso muchos ladrones de calle nos embaucan, se
hacen pasar por alguien de confiar y al final le echan mano a nuestra cartera
sin que nos demos cuenta.
No quiero convertirlo en un ladrón fino; siempre he creído
que una herramienta puede servir para lo bueno y lo malo… el martillo se
inventó para clavar, quizá para hacer casas, lamentablemente algunos rompen con
él cabezas.
Mi intención es que usted pueda comunicar de tal manera que:
Ascender en el puesto de una empresa le sea más fácil; vender le sea más
productivo; criar le sea más efectivo… en fin, que no importa qué quiera
comunicar, lo importante es que su mensaje llegue y usted consiga lo que
quiere.
En ocasiones pensamos algo que es genial, pero de ahí a que
las personas lo pongan continuamente en ejecución hay un largo trayecto. Es
que: Pensarlo no es decirlo; dicho no es entendido; entendido no es acordado;
acordado no es ejecutado; ejecutado no es aprendido y aprendido no es ponerlo
en práctica siempre… O sea, el mensaje tiene que llegar de una forma que la
tarea se ejecute cada vez que sea necesaria y no sólo cuando lo decimos.
El truco está en la forma de pensarlo, más que en lo que
decimos. Preparar lo que vamos a decir no es tan importante como estar
realmente convencido de que lo que lo que vamos a vender (puede ser una idea)
debe beneficiar a los que comprarán. Insisto, los encantadores de serpientes
(los habla-lindo) no llegan demasiado lejos ni le llegan a todo el mundo. La
idea es pensar en los demás. Luego nos ocupamos de la estructura de lo que
diremos, puede ser una alocución o la exposición de una simple idea.
Una vez sabemos cómo lo diremos (incluyendo saber a quién
debemos convencer y el tiempo que tenemos) es el momento de hacer la entrada
triunfal. Un inicio débil no despertará la atención y después tendremos que
explicar varias veces lo que ya dijimos pero que no fue escuchado.
La estructura de nuestra presentación debe ser lógica para
que los demás puedan seguirnos, los debemos llevar a donde queremos y al final
darle la solución a la situación. El cierre debe ser enfático y poderoso, de lo
contrario, se perderán los conceptos explicados. En mi libro Ventas, Retórica y el lenguaje Corporal
está todo explicado por completo. Le aseguro que con el manejo de la
comunicación podrá crecer exponencialmente en su vida profesional y convencer a
más personas con menos palabras.
AVISO:
En mi próxima estadía en julio en la República Dominicana impartiremos el taller abierto de Retórica para Ejecutivos: El arte de convencer con la palabra hablada y escrita. Informaciones en: www.DiegoSosa.info/CursoRetorica.htm
En mi próxima estadía en julio en la República Dominicana impartiremos el taller abierto de Retórica para Ejecutivos: El arte de convencer con la palabra hablada y escrita. Informaciones en: www.DiegoSosa.info/CursoRetorica.htm
No hay comentarios.:
Publicar un comentario