Vivir o sobrevivir cuando lleguemos a la edad de retiro
dependerá de algunas decisiones que tomemos hoy. La forma de actuar con
respecto al dinero nos podrá dar años de felicidad o podremos pasar a ser una
carga para nuestros hijos y vivir con grandes frustraciones... la decisión hay
que tomarla hoy.
Abraham Maslow encontró que los humanos tendemos a cubrir
nuestras necesidades escalonadamente, damos jerarquías sin darnos cuenta ya que
todo ocurre en nuestro subconsciente. En lo más alto de su pirámide están las
necesidades de autorrealización, si logramos cubrir las anteriores cuatro
jerarquías haremos lo indecible por sentir ésta cubierta, con la agravante de
que nunca se puede satisfacer por completo.
Sentirnos autorrealizados es muy complejo, puede acontecer
con un buen empleo o con la compra de un bien que siempre soñamos. Una vez pasa
la euforia de la adquisición, la necesidad puede convertirse en una droga;
necesitamos más para lograr mantenernos en ese nivel. Muchas personas con
grandes riquezas no paran de trabajar incansablemente ni de conseguir logros
extraordinarios, para ellos es importante mantener el centro de las recompensas
de su cerebro completamente activo para que las endorfinas (hormonas de la felicidad)
se mantengan corriendo por su cuerpo.
Al llegar al momento de nuestro retiro lo importante es ser
autosuficientes y no tener preocupaciones financieras. Con el ingreso mensual
debemos cubrir nuestros egresos y tener un superávit para imprevistos y así
seguir construyendo el futuro. La autorrealización pasa a tener menos
ambiciones y el estar estables en nuestra vida es lo principal. La necesidad de
sentirnos autorrealizados se debe cubrir con el hecho de que hicimos casi todo
bien con relación a nuestras finanzas y al llegar nuestro momento cumbre
estamos cubiertos y con sobrantes... somos libres financieramente.
Claro, unos no se retiran nunca por el deseo de seguir
triunfando, no ven la posibilidad de un retiro tranquilo... la felicidad está
en seguir consiguiendo logros. Otros no se retiran por otros miedos. Y algunos
no se retiran porque no les es posible con la vida financiera que llevaron, sin
criar gallinas que les alimentarán sin necesidad de tener que salir a trabajar,
como explico por extenso en mi libro Arco Iris Financiero.
El principal miedo al momento del retiro es no tener los
ingresos suficientes para mantener el hogar con la misma calidad de vida. Si
hemos invertido todos nuestros ingresos en aumentar nuestra calidad de vida
será muy difícil seguir aumentándola sin ingresos mayores cada año. Es más, no
será posible ni siquiera mantenerla si no hemos logrado fuentes de ingresos
pasivos, aquellos que nos ponen dinero en el bolsillo sin tener que trabajar...
en mi filosofía, mis gallinas.
¿Ya pensó en cómo se mantendrá los últimos 30 o 40 años de
su vida? Sí, al retirarnos por mayoría de edad posiblemente tendremos cuarenta
años para disfrutar del mejor tiempo, donde se tiene tiempo... lo importante es
tener el dinero, así no hay que sólo sobrevivir.
Casi nunca es tarde para trazar un buen plan. Quizá tendrá
que vender algunas cosas y convertirlas en gallinas. O tal vez tiene tiempo
para crear un capital a través del ahorro y con él comprar gallinas y criarlas
para que le pongan dinero en el bolsillo a la hora de retirarse. O tendrá que
correr a buscar fuentes alternativas de ingresos; como aprender a vender para
hacer un negocio, quizá hacer canciones o escribir libros que le generarán
ingresos perennes.
FRASE DE LA SEMANA
“La peor decisión es
no tomar decisión alguna.”
Diego A. Sosa
Consultor, Coach,
Conferencista y Escritor